Friday, February 26, 2016

Incertidumbre en la economía mundial: países emergentes y en vía de desarrollo

Artículo de opinión por: Juliana Maya Herrera*   (jmayahe@eafit.edu.co
Analista del Observatorio en Comercio, Inversión y Desarrollo

La seguridad financiera mundial en 2016 está causando preocupación en las economías, este es un año en el que hemos podido presenciar una incertidumbre frente a factores que se están evidenciando. Estos están despertando una gran amenaza a variedad países, debido al desplome del petróleo desde mediados de 2014, enormes deudas acumuladas en las economías emergentes, gran salida de capitales, la apreciación del dólar, salida de flujos de los mercados emergentes, principalmente en Latinoamérica, caída de los precios de los commodities, y por último la desaceleración del crecimiento económico en China y depreciación del yuan en un 2% (CNN Expansión, 2015) Todos estos factores hacen que exista más riesgo en la economía global generando desestabilización en los países emergentes y en vía de desarrollo. 

China, el gigante asiático es una de las causas más influyentes en la situación actual, puesto que ha entrado en un período de crecimiento más lento evidenciado en su PIB (Producto Interno Bruto). Esta economía, creció un 6,8% en los últimos tres meses de 2015, siendo la cifra más baja en un periodo trimestral desde la crisis mundial de 2008 (LIY, 2016). Como lo indica un estudio realizado por el periódico español, La Vanguardia, a pesar de que su crecimiento se ha debilitado pasando de un 7,3% en el 2014 a un 6,9% en el 2015, el incremento anual más bajo en 25 años, sigue siendo un país clave para la economía mundial. Según el periódico El Economista, el índice general de la Bolsa de Shanghái, cerró en enero de 2016 con una caída de un 2,92%, siendo este indicador no muy favorecedor para los inversionistas. 

"El enfriamiento chino está poniendo presión en los (países) exportadores de materias primas y de bienes de consumo", recordó un análisis del gigante bancario HSBC (EFE, 2016). Como podemos ver en el análisis que realiza la CEPAL para América Latina y el Caribe, el crecimiento de las exportaciones de China se ha ralentizado debido a los precios más bajos y una menor demanda de sus socios comerciales. Los exportadores de esta potencia, están reemplazando gradualmente los insumos importados con los producidos localmente. Esto ha ocurrido principalmente en los países latinoamericanos especializados en exportación de productos básicos. El declive de la demanda global ha arrastrado a la baja los precios de las materias primas de manera significativa, especialmente de petróleo, carbón, cobre, hierro, zinc, plata, níquel, oro, soja, maíz, algodón, azúcar, café y productos de pescado. Esta situación ha afectado a los países con economías enfocadas en a estos commodities porque tienen una estructura de exportación de productos básicos y por otro lado, tienen una limitada producción de productos de mayor tecnología, cuyos precios han caído menos. (United Nations, 2015).

Existe un temor global relacionado con lo que pueda pasar en un futuro y cómo la situación actual puede afectar posteriormente las economías. No obstante, es indudable que la situación de China es el epicentro de muchas consecuencias que se están presentando actualmente haciendo que el panorama global no sea muy alentador. Toda esta progresiva ralentización se debe en gran parte a la trasformación de este país causando: el aumento de salarios, el fomento del consumo interno y la innovación dentro de esta región. La complejidad de este asunto global, es que un tema lleva a otro, y al final todo se relaciona entre si. Por eso, es que todos los países incluyendo las economías emergentes y las sub-desarrolladas, se ven afectadas de una u otra manera

Referencias


Ambrós, I. (19 de 01 de 2016). El PIB de China creció un 6,9% en el 2015 la cifra más baja en 25 años. Recuperado el 20 de 02 de 2016, de La vanguardia.com: http://www.lavanguardia.com/internacional/20160119/301504123868/pib-china-crecio-6-9-2015-cifra-mas-baja-25-anos.html

CNN Expansión. (25 de Agosto de 2015). China devalúa el yuan para impulsar su economía. Recuperado el 22 de 02 de 2016, de CNN Expansión: http://www.cnnexpansion.com/economia/2015/08/11/china-devalua-el-yuan-para-impulsar-su-economia

EFE. (19 de 01 de 2016). Expectativa por PIB de China. Recuperado el 20 de 02 de 2016, de El nuevo diario : http://www.elnuevodiario.com.ni/economia/382601-expectativa-pib-china/

El Economista. (28 de 01 de 2016 ). Eleconomista.es. Recuperado el 22 de 02 de 2016, de Eleconomista.es: http://www.eleconomista.es/mercados-cotizaciones/noticias/7309858/01/16/La-bolsa-de-Shanghai-cierra-con-una-caida-de-un-292-.html

Gakii, M. (21 de 01 de 2016). Foreign Direct Investments to fall further- UNCTAD. Recuperado el 20 de 02 de 2016 , de The star : http://www.the-star.co.ke/news/2016/01/21/foreign-direct-investments-to-fall-further-unctad_c1279961

LIY, M. V. (19 de 01 de 2016). La economia china crece al ritmo más bajo de los últimos 25 años. Recuperado el 20 de 02 de 2016, de El País : http://economia.elpais.com/economia/2016/01/19/actualidad/1453184574_248440.html

United Nations. (2015). Latin America and the Caribbean in the World Economy. E.15.II.G.5.

Wednesday, February 24, 2016

Los eventos deportivos a gran escala: una estrategia económica con perspectiva internacional

Por: Carolina Herrera-Cano
Analista del Observatorio en Comercio, Inversión y Desarrollo
Docente de cátedra de la Escuela de Administración de la Universidad EAFIT, Colombia

Durante los últimos años los eventos deportivos a gran escala han sido objeto de críticas debido a la dificultad de promover sus beneficios en el largo plazo y a las potenciales desventajas para la población civil y el medio ambiente. Sin embargo, las ganancias en términos de visibilidad internacional y dinamismo económico a los cuales pueden acceder los países anfitriones, son elementos a tener en cuenta para los gobiernos que quieren promover la fuerza económica del deporte como parte de sus agendas políticas.

El deporte, tanto el recreativo, como el competitivo, es una herramienta fundamental para la construcción de tejido social. Así lo afirma Maria Alejandra Gonzalez-Perez, Vicepresidenta de AIB, la Academia de Negocios Internacionales: “los lazos emocionales que se tejen alrededor del deporte promueven la cohesión social de las comunidades”. Adicionalmente, el profesor Luis-Fernando Vargas-Alzate, docente del Área de Relaciones Internacionales del departamento de Negocios Internacionales de la Universidad EAFIT, destaca el componente social del deporte y su relación con la vinculación de la sociedad con estilos de vida más saludables.

Sin embargo, a pesar de que las razones sociales para incentivar el deporte pueden claras, los beneficios económicos y, más exactamente, la conveniencia de la inversión pública en eventos deportivos de gran magnitud, no es siempre evidentes. Entre las críticas que este tipo de inversión despierta se incluyen: el cuantioso endeudamiento público, el desplazamiento intraurbano de la población, el aumento en los precios de la propiedad, la proliferación de problemas de movilidad, el deterioro medioambiental y, sobre todo, la destinación de recursos públicos a rubros diferentes a salud, vivienda o educación. Además, como afirma Maria Alejandra Gonzalez-Perez, estos certámenes pueden convertirse en “elefantes blancos” para la economía de los países debido a que las inversiones en infraestructura no responden muchas veces a las necesidades de la población local y su mantenimiento implica costos bastante altos, los cuales no son sostenibles.

No obstante, los altos índices de infraestructura, ingeniería, turismo y empleo alcanzados con los eventos deportivos a gran escala son difícilmente logrados a través de la inversión pública convencional. Además, de manera importante, los países pueden acceder a beneficios a nivel internacional. Para Maria-Alejandra Gonzalez-Perez, estos eventos “son una oportunidad grande para presentarse ante el mundo de manera visible y profunda”. Destaca la atracción de capital extranjero y el fortalecimiento de las marcas país que promueven las industrias locales y permiten el desarrollo de importantes sectores de la economía: las telecomunicaciones, el turismo y el transporte. Además, el desarrollo de capacidades en la población civil, no sólo en temas deportivos y logísticos, sino culturales y sociales.

Por su parte, el profesor Luis Fernando Vargas-Alzate afirma que la masificación de las disciplinas deportivas se convierte en una fuente importante de “poder blando”: “existe un efecto importante de recordación y generación de relaciones culturales”, afirma. En este sentido, y en especial para los países en desarrollo, es posible sacar provecho de esta visibilidad para aumentar su participación en las agendas políticas y económicas internacionales.

Al conocer los potenciales peligros de la inversión en eventos deportivos a gran escala, se destaca la importancia de que esta se realice en el marco del fortalecimiento de las instituciones y una correcta planeación gubernamental. Así habrá una efectiva utilización de los ingresos adicionales que recibe la economía y las ventajas derivadas podrán ser sostenibles en el largo plazo. Finalmente, es preciso que los gobiernos tengan las precauciones necesarias para que las instituciones internacionales que los desarrollan no solo beneficien sus intereses o los de particulares y, consecuentemente, la fuerza económica del deporte se manifieste en la población civil y la economía local.

Monday, February 15, 2016

¿Por qué no aumentan las exportaciones colombianas a pesar de la devaluación del peso?

Artículo de opinión por: Carolina Herrera-Cano (MIB)
Analista del Observatorio en Comercio, Inversión y Desarrollo


Durante los últimos meses, la tasa de cambio del peso frente al dólar ha alcanzado cifras a las históricas (al 15 de febrero 2016 de 3409,82 pesos por dólar), sólo comparables a las que llegaba en 2002. Este hecho ha sido visto con buenos ojos por diferentes sectores que consideran el consecuente aumento del poder adquisitivo de otros países una oportunidad para incentivar las ventas colombianas en el exterior. Por esta razón, puede resultar sorprendente que el alza del precio del dólar no ha coincidido con aumentos en las exportaciones ni en términos de volumen, ni en su valor, sino más bien con grandes reducciones. Sin embargo, al analizar a profundidad el funcionamiento de la economía colombiana, es fácil observar cómo los procesos de internacionalización de las empresas no están influidos sólo por los precios de las divisas.

Al analizar las cotizaciones y los volúmenes de venta de gran parte de los productos colombianos es posible observar que ambos están en descenso. El carbón, las frutas, el café y, en general, las exportaciones no tradicionales han sufrido disminuciones en la demanda exterior, mientras que productos como el petróleo se han visto afectado por los bajos precios internacionales. Esta situación ha hecho que a pesar de los exportadores colombianos perciben más pesos por cada dólar recibido, sus ingresos sean cada vez menores.

Por otro lado, el hecho de que el precio del dólar no haya beneficiado directamente a las exportaciones colombianos se explica desde varios puntos. En primer lugar, los empresarios con vocación exportadora no han tenido el tiempo suficiente ni los recursos necesarios para acomodar su oferta exportadora a las necesidades de otros mercados, en este sentido, instituciones como la ANDI y Analdex, afirman que será necesario esperar varios meses para que la economía colombiana comience a percibir mayores ingresos provenientes de un dólar caro (El Tiempo, 2015). En segundo lugar, las exportaciones no tradicionales, las cuales han sido últimamente promovidas por el Gobierno dependen en gran medida de exportaciones de bienes de capital, que frente a un dólar alto, tienden aumentar sus precios. Así, productos como los textiles, el banano y las flores (los cuales también han percibido disminuciones en la demanda), aumentan su precio debido a los altos costos de los bienes para su producción (DANE, 2015).

Además, el alza del dólar también ha puesto evidencia los retos internos en cuanto a tributación y libre comercio. La devaluación del peso no será suficiente en tanto la economía colombiana siga siendo una de las más cerradas de la región y su sistema tributario siga desincentivando a inversionistas que son empresas potencialmente exportadoras (Dinero.com, 2015). Por último, la inversión extranjera directa (IED) colombiana en el exterior también ha sufrido grandes disminuciones como consecuencia de la reducción en el poder adquisitivo de los inversionistas colombianos y de la inestabilidad de la economía global.

Asumir que un dólar fuerte beneficiaría a los exportadores colombianos puso de manifiesto grandes debilidades en la estructura económica del país: una fuerte dependencia de la importación de bienes de capital, poca diversificación de la canasta exportadora y un sistema tributario que no favorece la IED (y consecuentemente a las exportaciones). Ante el hecho de que la presencia de empresas colombianas en el exterior difícilmente se llevará a cabo gracias a IED (debido a los altos precios del dólar), el reto para el país será realizar esfuerzos para que las industrias con vocación exportadora puedan sacar provecho de la tasa de cambio a la hora de acceder a otros mercados.

Referencias


Banrep. (2016). Tasa de cambio del peso colombiano (TRM). Disponible en línea: http://www.banrep.gov.co/es/trm
DANE. (2015). Comercio Internacional Exportaciones. Disponible en línea: http://www.dane.gov.co/index.php/comercio-y-servicios/comercio-exterior/exportaciones
Dinero.com (2015). La puerta que abre el dólar para los exportadores. Disponible en línea: http://www.dinero.com/economia/articulo/como-favorece-dolar-exportadores/206609

El Tiempo. (2015). Tras alza del dólar, los exportadores no la ven tan fácil. Disponible en línea: http://www.eltiempo.com/economia/sectores/precio-del-dolar-exportadores-no-la-van-tan-facil/16368538

Friday, February 12, 2016

Sobre los impactos sociales de la política comercial

Artículo de opinión de: Andrés Ordoñez Buitrago* (Email: aordone2@eafit.edu.co)
Abogado, y Analista del Observtorio en Comercio, Inversión y Desarrollo, Universidad EAFIT. 


El miércoles 10 de Febrero 2016,  la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Escuela de Economía y Finanzas de la Universidad EAFIT, llevaron a cabo un Seminario Taller sobre política comercial y la evaluación de sus efectos sociales. La importancia de este vínculo entre política comercial –y en general entre cualquier política económica– y sus impactos sociales –indicadores como pobreza, desigualdad y empleo– salta a la vista para los profesionales de las ciencias sociales. Sin embargo, al parecer (y sin generalizar) los economistas tienden a otorgarle una mayor importancia a la evaluación de los impactos netamente económicos de dichas políticas, a través de mediciones de cambios en el producto interno bruto, la balanza comercial, la tasa de cambio y los agregados macroeconómicos. Al menos esto es lo que parece indicar, según oficiales de la CEPAL, la falta de análisis rigurosos ex post sobre los efectos sociales de medidas como la apertura comercial, la reducción de barreras arancelarias y no arancelarias y la suscripción de tratados de libre comercio por parte de nuestro país.

En esta columna no puedo pretender suplir este vacío. En consecuencia, me limitaré simplemente a llamar la atención sobre ciertos puntos que considero esenciales para responder a la pregunta de cuáles son los impactos sociales de la política comercial de nuestro país. Antes de comenzar, sería útil preguntarse: ¿por qué es importante medir los impactos sociales de esta política? La respuesta es un tanto evidente: porque la política comercial, al igual que las demás políticas estatales, tienen un propósito manifiesto de mejorar la calidad de vida de las personas de dicho país (aunque a veces algunos policymakers lo olviden). El incremento del comercio internacional de nuestro país no es algo bueno per se, ni un propósito en sí mismo. Sin embargo, sí se plantea como una herramienta u oportunidad para incrementar los niveles de empleo (sobra decir, empleo digno), los salarios, la tecnología, la productividad, así como de reducir la pobreza y la desigualdad. Sólo en la medida en que la política comercial que emprende un Estado logra no todos, pero al menos algunos de dichos cometidos, es que podemos decir que es política e incluso moralmente justificable e incluso deseable. Por el contrario, analizar las políticas económicas como si operaran en el vacío es un grave error pues olvida que detrás de las estadísticas agregadas sobre el desempeño de la economía se encuentran millones de personas cotidianas, colombianos de a pie, que cuentan con que el gobierno utilice todos los instrumentos a su alcance para mejorar la calidad de vida de todos, y no sólo de unos pocos.

A continuación quisiera dedicar un espacio a esbozar los principales elementos de la política comercial colombiana, a partir de la información presentada por el Sr. José Durán Lima, Jefe de la Unidad de Integración Económica de la CEPAL. Durante la década de los 1990, como es bien sabido, Colombia adelantó un proceso de apertura económica, el cual ha continuado ininterrumpidamente hasta la fecha. De esta manera, el porcentaje de las exportaciones colombianas que tienen preferencias arancelarias (es decir, que no deben pagar aranceles para entrar en otros países) pasó del 22% en 1995 al 75% en la actualidad. En cuanto a las importaciones, el porcentaje de desgravación pasó en ese mismo período del 18% al 69%. El arancel promedio efectivamente aplicado en el 2015 fue de 1.8%, mientras que antes de la apertura era de 27%. La mayoría de estos aranceles se concentran en sectores bastante sensibles de la economía, como alimentos, agricultura, ganadería, papel/cartón, textil. En el plano institucional, además del ingreso de Colombia a la Organización Mundial del Comercio en 1995, se destaca la suscripción de numerosos acuerdos de libre comercio con 68 países.

Sin embargo, hay un problema estructural: el grado de concentración de las exportaciones por sector económico es bastante alto. Para 2014 el 59% de las exportaciones correspondían al sector de petróleo y minería, seguido –muy de lejos– por alimentos con el 11% y químicos con el 7%. Esto es bastante problemático, pues el sector minero-energético genera muy pocos empleos (tanto directos como indirectos) en comparación con la industria manufacturera, y sus consecuencias en el medio ambiente son bien conocidas. En materia de socios comerciales, si bien durante los años 90 se presentaba también un alto grado de concentración (con Estados Unidos a la cabeza, como país de destino de más del 50% de nuestras exportaciones), en la actualidad se encuentran mucho más diversificadas: Estados Unidos 26%, Venezuela 22%, Ecuador 21%, Brasil 18%, Perú 13%, Chile 11%, China 10.5%, México 10%.

El panorama para este año no es muy alentador. En el 2015 las exportaciones cayeron un 35% como consecuencia de la caída de los precios internacionales del petróleo. Para hacer frente a esta situación, es necesario replantear la política industrial de nuestro país, incentivando y fortaleciendo la industria manufacturera, con ocasión de la revaluación del peso. De esta manera, por un lado dependeríamos menos de los ingresos del petróleo, y por el otro propenderíamos por un avance real en los indicadores sociales (como pobreza, empleo y desigualdad), a partir de un modelo de desarrollo que tenga en cuenta los tres pilares de la sostenibilidad: económica, social y medioambiental.


Wednesday, February 10, 2016

Consideraciones sobre la cívica en el desarrollo

Artículo de opinión por: David Ricardo Murcia Sanchez
Analista del Observatorio en Comercio, Inversión y Desarrollo


En estas líneas quiero hacer una reflexión sobre el papel que jugamos los individuos dentro de los procesos sociales, específicamente llamar la atención sobre la forma en la que desde la individualidad que nos compete, los individuos nos vinculamos y participamos de la agenda del desarrollo. En este sentido ofrezco una serie de consideraciones que, aunque tangenciales al establecimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) o diferentes propuestas de desarrollo de las que esta publicación normalmente se ocupa, refiere a una pregunta crucial para el éxito de los mismos: cómo vincular a los individuos en el camino del desarrollo.

Partamos de la siguiente pregunta ¿cómo organizamos o diseñamos una senda de desarrollo sostenible? La respuesta ortodoxa sugiere construir una serie de estudios refinados en términos técnicos y científicos, los cuales se concatenan en manuales que establecen pasos a seguir hacia el desarrollo, según sea la perspectiva en la que se hizo el estudio.

Este procedimiento genera un proceso de crecimiento documental en el cual la sociedad encuentra una oferta de recetas que facilitan la detección y la consecuente solución de problemas sociales. Progresión que implica la solución en potencia de todos los problemas sociales que se pueda encontrar. No obstante, este recurso también posibilita la generación de un distanciamiento, en términos de percepción, entre los fenómenos sociales y las personas, dado que los individuos se desembarazan de lo colectivo en la técnica.

Este desembarazo de lo social es consecuente con lo que muchos teóricos sociales han identificado como el proceso de la racionalización de la sociedad para dirimir conflictos, con el fin de agilizar los procesos sociales. En este sentido, lo que se ha buscado es sacar de la vía pública lo que genere disenso: la teología, la moral, la política, llegando en la técnica al espacio de comunión por su neutralidad. Sin embargo, dada su vacuidad moral la técnica se hace insostenible como espacio de común acuerdo cuando por algún motivo los problemas sociales dejan de ser hipótesis latentes y se hacen evidentes. Allí, el velo se difumina y comienza la búsqueda por la imputación de culpabilidad.

La búsqueda discurrirá por quién no cumplió su función, qué no se predijo, qué escapó al alcance de la razón. Aunque estas preguntas son afortunadas, el campo de búsqueda se centra con facilidad de manera externa a los individuos, omitiendo la agencia moral en los fenómenos sociales. Esto quiere decir que con facilidad encontramos análisis donde se determinan las fallas sistémicas que permitieron la existencia del problema, evaluando la sociedad como un conjunto de factores determinados por patrones de datos empíricos o con arreglo a funciones teóricas preestablecidas: lo que falla son estructuras o actores despersonalizados. ¿Quién es culpable? Seguramente yo no, sino aquellos que no reciclan o el sistema financiero contemporáneo o las desigualdades socioeconómicas. Todos factores externos que determinan la acción del individuo ante los cuales éste es paciente.

Es como si el mundo de lo social fuese externo e inalcanzable para el individuo. Sin embargo, la estructura que los factores externos imponen sobre el individuo constituye la mitad de los estudios sobre la sociedad. La mitad faltante permite tomar a los individuos desde su papel dentro de los procesos sociales; ésta no se centra en cómo lo externo cohíbe al individuo, sino en cómo éste se integra a la generalidad, reviviendo la preocupación moral de la acción social.

Abro una discusión que excede de la determinación racional: causal, de factores sociales sobre el desarrollo y los problemas sociales. Discusión que ingresa al debate términos de los estudios sobre la ética y la filosofía. En este sentido, quiero plantear complementariedad entre el compromiso ético de los individuos con la sociedad y los desarrollos técnicos que nos permiten asegurar certidumbre en el camino que recorremos hacia el desarrollo. Una vía para subsanar la brecha entre los individuos y los fenómenos sociales.

Retomemos la pregunta inicial ¿cómo organizamos o diseñamos una senda de desarrollo sostenible? Ahora dos vías se complementan para darle solidez a la respuesta. Los estudios técnicos diagnostican y ofrecen vías de solución a problemas sociales y la ciudadanía, desde la individualidad de sus miembros, debería desarrollar una conciencia moral de la fenomenología social, hacer surgir un sentido de cívica ciudadana donde el sujeto comparta con las estructuras que lo cobijan la responsabilidad del devenir de la sociedad.

En forma de conclusión, el llamado que levanto es para que a la par que se desarrollan las discusiones técnicas y teóricas que tratan de comprender y arreglar los grandes problemas de nuestra sociedad, como lo son los ODS o las diferentes columnas de este espacio de discusión, podamos levantar una conciencia del papel que como individuos interpretamos en la sociedad, una suerte responsabilidad moral por involucrarnos en el desarrollo y la sostenibilidad.

Tuesday, February 9, 2016

Colombia, ¿se acerca a una crisis griega?

Artículo de opinión de: Esteban Jaramillo Osorio* (ejaram11@eafit.edu.co)
Analista del Observatorio en Comercio, Inversión y Desarrollo
Estudiante de Economia de la Universidad EAFIT, Colombia

Durante 2015 y lo que va de 2016 con los desplomes de los precios del petróleo y el aumento del dólar, es fácil apreciar que Colombia no se encuentra en una situación económica muy favorable. Lo más preocupante son algunas de las acciones que está tomando el Estado, estas se asemejan a las condiciones forzadas a Grecia, España, Irlanda y Portugal por la troika financiera conformada por: El Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la comisión europea (CE); para un rescate de emergencia, cuando estas se encontraban en situaciones económicas críticas, algunas de estas naciones estaban al borde de la quiebra con niveles del desempleo superiores al 20% y estas entidades intervinieron para evitar que la situación de estos países empeorara, en el peor, de los casos quebraran.

Lo que resulta alarmante es que medidas similares fueron forzadas por la troika financiera, al tomar la posición de prestamistas de última instancia, y debido a que estos no podían ayudar a salvar a países que no pueden pagar las ayudas que van a recibir, ponían condiciones a los países a los que estaban por ayudar. Entre estas condiciones se encontraban una serie de políticas de austeridad que asegurarían que el país iba a ahorrar y en un futuro tendría el capital suficiente para pagar su deuda. Estos préstamos se hicieron a países de la Unión Europea durante la crisis del euro, que golpeó en los años pasados, y dejaron a algunos países con fuertes problemas de liquidez, los cuales han logrado salir adelante exceptuando a algunos como Grecia, que aún se encuentra con problemas económicos y ha tenido que acudir a estos mecanismos repetidas veces.

Contrastando estos eventos con las medidas que ha tomado Colombia en los últimos meses, a pesar de no ser tan severas aparentemente, podría indicar que el gobierno ha acudido a alguna entidad prestamista y se le están imponiendo condiciones para recibir ayuda de estas instituciones que en algunos casos actúan como prestamistas a países en desarrollo o en crisis lo que nos podría llevar a concluir que Colombia bien está tratando de financiar algunos de sus proyectos por medio de préstamos internacionales o está buscando un alivio económico a una posible falta de liquidez causada sea por la severa depreciación del peso colombiano respecto al dólar, los bajos precios del petróleo o por malos manejos de los capitales por parte de los gobernantes.

Para cotejar las medidas que se están tomando en Colombia utilizaremos el ejemplo más evidente de estas medidas el cual es Grecia, que como se mencionó antes incurrió en políticas de austeridad para recibir un rescate por parte de la troika durante la crisis europea. Partiendo de esto, analizaremos las medidas tomadas a partir de diciembre del 2009 por Grecia y las compararemos con algunos de los eventos y políticas fiscales que se han tomado en Colombia a lo largo del 2015 y lo que llevamos del 2016.

En Grecia, el 14 de diciembre del 2009, Yorgos Papandreu, el ministro de economía griego presentó las medidas de austeridad solicitadas por la troika financiera para recibir la ayuda que necesitaba. Esta cual consistió en el mayor paquete de rescate financiero de la historia al ascender a 110 mil millones de euros y fue dividido en tres diferentes pagos a lo largo del 2010. Estas medidas de austeridad consistieron en: reducción del gasto público, aumentos en ingresos fiscales y la repartición del paquete de rescate a lo largo de tres periodos. Además de estas condiciones impuestas también se le pidió realizar reformas internas para que el país esté en mejores condiciones para afrontar la crisis, entre ellas: un recorte de salarios del sector público y anulación de la 13ª y 14ª pagas a sueldos mayores a los 3.000 EUR y una disminución del pago a las horas extras, también se dio un aumento de cotización de los 37 a los 40 años para una jubilación completa y se aumentó la edad mínima para la jubilación a los 60 años (Torrent, 2011).

En términos fiscales se dio un aumento en los impuestos aumentando tanto el IVA como el impuesto al alcohol, tabaco y combustible y se les imponen impuestos a las empresas grandes con beneficios y finalmente impuestos a los bienes de lujo y nuevos impuestos a los juegos de azar. El Estado también comenzó a reducir su presencia por medio de la venta de empresas estatales o publicas aumentando así sus ingresos fiscales (Cavero, 2013).

Con la caída del precio del petróleo, la pérdida de competitividad de Colombia, la caída del crecimiento del PIB, el excesivo endeudamiento del país, y la consecuente depreciación del peso colombiano respecto al dólar, el poder adquisitivo tanto del Estado como de sus habitantes se vio reducido en aproximadamente un 50%, pasando así de tener una tasa representativa del mercado (TRM) respecto al dólar con una estabilidad cercana a los 2.000 COP para noviembre del 2014, a ostentar hoy un dólar cotizándose alrededor de los 3.350 COP(Banrep, 2016), lo que para el colombiano promedio significa una disminución en su salario real, puesto que aunque el salario mínimo aumentó incluso por encima del IPC, la capacidad para adquirir bienes y servicios se vio ostensiblemente disminuida . Si bien estas cifras parecen alarmantes, son aún más preocupantes las medidas que ha tomado el Estado para atajar la crisis, tales como la enajenación de activos del Estado como lo eran sus acciones en ISAGEN, así como también la reducción de costos de funcionamiento estatales, anunciados por el presidente con la llamada “política de austeridad”, y por último se ha aumentado la base gravable, al disminuir a 1'800.000 COP colombianos el canon mínimo para verse obligado a declarar renta, que antes estaba en 2'100.000 COP(Portafolio, 2016).

Después de contrastar las políticas económicas tanto de Colombia como de Grecia, es imposible no observar una honda similitud, lo que necesariamente nos hace preguntar sobre la viabilidad económica de Colombia a largo plazo, puesto que las medidas económicas, entendidas como síntomas de un mal mayor, permiten entrever una crisis mucho más profunda de lo que hasta el momento hemos podido ver; en otras palabras, Colombia está preparando el camino para hacerse acreedor de medidas de salvaguardia por parte de organismos internacionales, lo que llevará a la economía nacional a un déficit del que seguramente será muy difícil escapar, y por ello nuestra disciplina debe estar atenta a mitigar el daño que puede traer consigo una crisis como para la cual el gobierno parece estar preparándose.

Referencias


Banrep. (04 de Febrero de 2016). Obtenido de Banrep: http://www.banrep.gov.co/es/tasa-intervencion-politica-monetaria

Banrep. (08 de Febrero de 2016). Obtenido de Banrep: http://obiee.banrep.gov.co/analytics/saw.dll?Go&NQUser=publico&NQPassword=publico&Path=/shared/Consulta%20Series%20Estadisticas%20desde%20Excel/1.%20Tasa%20de%20Cambio%20Peso%20Colombiano/1.1%20TRM%20-%20Disponible%20desde%20el%2027%20de%20noviembre%20de%201991/1.1.1%20Serie%20historica&Options=rdf

Cavero, G. (septiembre de 2013). oxfam. Obtenido de oxfam: https://www.oxfam.org/sites/www.oxfam.org/files/cs-true-cost-austerity-inequality-greece-120913-es.pdf

Portafolio. (07 de Enero de 2016).Obtenido de Portafolio:
http://www.portafolio.co/especiales/reforma-tributaria-2016/impuestos-colombia-2016

Torrent, L. (20 de 06 de 2011). United Explanations. Obtenido de unitedexplanations: http://www.unitedexplanations.org/2011/06/20/todas-las-medidas-de-austeridad-de-grecia-al-detalle/#