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Friday, February 12, 2016

Sobre los impactos sociales de la política comercial

Artículo de opinión de: Andrés Ordoñez Buitrago* (Email: aordone2@eafit.edu.co)
Abogado, y Analista del Observtorio en Comercio, Inversión y Desarrollo, Universidad EAFIT. 


El miércoles 10 de Febrero 2016,  la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Escuela de Economía y Finanzas de la Universidad EAFIT, llevaron a cabo un Seminario Taller sobre política comercial y la evaluación de sus efectos sociales. La importancia de este vínculo entre política comercial –y en general entre cualquier política económica– y sus impactos sociales –indicadores como pobreza, desigualdad y empleo– salta a la vista para los profesionales de las ciencias sociales. Sin embargo, al parecer (y sin generalizar) los economistas tienden a otorgarle una mayor importancia a la evaluación de los impactos netamente económicos de dichas políticas, a través de mediciones de cambios en el producto interno bruto, la balanza comercial, la tasa de cambio y los agregados macroeconómicos. Al menos esto es lo que parece indicar, según oficiales de la CEPAL, la falta de análisis rigurosos ex post sobre los efectos sociales de medidas como la apertura comercial, la reducción de barreras arancelarias y no arancelarias y la suscripción de tratados de libre comercio por parte de nuestro país.

En esta columna no puedo pretender suplir este vacío. En consecuencia, me limitaré simplemente a llamar la atención sobre ciertos puntos que considero esenciales para responder a la pregunta de cuáles son los impactos sociales de la política comercial de nuestro país. Antes de comenzar, sería útil preguntarse: ¿por qué es importante medir los impactos sociales de esta política? La respuesta es un tanto evidente: porque la política comercial, al igual que las demás políticas estatales, tienen un propósito manifiesto de mejorar la calidad de vida de las personas de dicho país (aunque a veces algunos policymakers lo olviden). El incremento del comercio internacional de nuestro país no es algo bueno per se, ni un propósito en sí mismo. Sin embargo, sí se plantea como una herramienta u oportunidad para incrementar los niveles de empleo (sobra decir, empleo digno), los salarios, la tecnología, la productividad, así como de reducir la pobreza y la desigualdad. Sólo en la medida en que la política comercial que emprende un Estado logra no todos, pero al menos algunos de dichos cometidos, es que podemos decir que es política e incluso moralmente justificable e incluso deseable. Por el contrario, analizar las políticas económicas como si operaran en el vacío es un grave error pues olvida que detrás de las estadísticas agregadas sobre el desempeño de la economía se encuentran millones de personas cotidianas, colombianos de a pie, que cuentan con que el gobierno utilice todos los instrumentos a su alcance para mejorar la calidad de vida de todos, y no sólo de unos pocos.

A continuación quisiera dedicar un espacio a esbozar los principales elementos de la política comercial colombiana, a partir de la información presentada por el Sr. José Durán Lima, Jefe de la Unidad de Integración Económica de la CEPAL. Durante la década de los 1990, como es bien sabido, Colombia adelantó un proceso de apertura económica, el cual ha continuado ininterrumpidamente hasta la fecha. De esta manera, el porcentaje de las exportaciones colombianas que tienen preferencias arancelarias (es decir, que no deben pagar aranceles para entrar en otros países) pasó del 22% en 1995 al 75% en la actualidad. En cuanto a las importaciones, el porcentaje de desgravación pasó en ese mismo período del 18% al 69%. El arancel promedio efectivamente aplicado en el 2015 fue de 1.8%, mientras que antes de la apertura era de 27%. La mayoría de estos aranceles se concentran en sectores bastante sensibles de la economía, como alimentos, agricultura, ganadería, papel/cartón, textil. En el plano institucional, además del ingreso de Colombia a la Organización Mundial del Comercio en 1995, se destaca la suscripción de numerosos acuerdos de libre comercio con 68 países.

Sin embargo, hay un problema estructural: el grado de concentración de las exportaciones por sector económico es bastante alto. Para 2014 el 59% de las exportaciones correspondían al sector de petróleo y minería, seguido –muy de lejos– por alimentos con el 11% y químicos con el 7%. Esto es bastante problemático, pues el sector minero-energético genera muy pocos empleos (tanto directos como indirectos) en comparación con la industria manufacturera, y sus consecuencias en el medio ambiente son bien conocidas. En materia de socios comerciales, si bien durante los años 90 se presentaba también un alto grado de concentración (con Estados Unidos a la cabeza, como país de destino de más del 50% de nuestras exportaciones), en la actualidad se encuentran mucho más diversificadas: Estados Unidos 26%, Venezuela 22%, Ecuador 21%, Brasil 18%, Perú 13%, Chile 11%, China 10.5%, México 10%.

El panorama para este año no es muy alentador. En el 2015 las exportaciones cayeron un 35% como consecuencia de la caída de los precios internacionales del petróleo. Para hacer frente a esta situación, es necesario replantear la política industrial de nuestro país, incentivando y fortaleciendo la industria manufacturera, con ocasión de la revaluación del peso. De esta manera, por un lado dependeríamos menos de los ingresos del petróleo, y por el otro propenderíamos por un avance real en los indicadores sociales (como pobreza, empleo y desigualdad), a partir de un modelo de desarrollo que tenga en cuenta los tres pilares de la sostenibilidad: económica, social y medioambiental.


Tuesday, September 30, 2014

La sostenibilidad ambiental en la Agenda de Desarrollo Post-2015

Andrés Ordoñez 
Artículo de Opinión por: Alejandro Botero Uribe* y Andrés Ordoñez Buitrago*
Estudiantes de Derecho, Universidad EAFIT, Colombia

Alejandro Botero
El Grupo de Alto Nivel de Personas Eminentes sobre la Agenda de Desarrollo Post-2015 en su Informe publicado a principios de 2013, reconocieron que el cambio climático, así como los patrones de consumo y producción sostenibles, son cuestiones transversales a la Agenda de Desarrollo Post-2015, la cual, adicionalmente, ha sido caracterizada como una Agenda de Desarrollo Sostenible. Por lo anterior, algunos aspectos medioambientales se encuentran expresamente consagrados en los Objetivos Ilustrativos 7 (Obtener energía sostenible), 8 (Crear empleos, medios de subsistencia sostenibles y crecimiento equitativo) y 9 (Gestionar los recursos naturales de manera sostenible). De igual forma en el Objetivo 12 (Crear un entorno global propicio y catalizar los recursos financieros a largo plazo), una de las metas planteadas es “contener el aumento en el promedio de temperatura global en menos de 2 ⁰C por encima de los niveles preindustriales, en consonancia con los acuerdos internacionales”. La inclusión de metas medioambientales en un Objetivo dedicado –en términos generales– a la inversión, refuerza el vínculo que hay entre inversión, desarrollo empresarial y medio ambiente, de tal manera que no se puede concebir como deseable la inversión que se realice a costa del deterioro medioambiental.

En este sentido, hay numerosas iniciativas a nivel internacional relativas a la reducción del calentamiento global y de la afectación del medio ambiente. Como instrumento internacional jurídicamente vinculante, el rol protagónico lo ocupa la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático dentro de la cual se han logrado compromisos como el Protocolo de Kyoto (1997), el Plan de Acción de Bali (2007), el Acuerdo de Copenhague (2009), los Acuerdos de Cancún (2010) y la Plataforma de Durban para una acción reforzada (2012). Sin embargo, es evidente hoy en día que sólo los Estados no pueden lograr una acción efectiva contra el cambio climático, y es por esto que cobran importancia iniciativas como la inclusión de la meta de reducción del calentamiento global en el Objetivo 12, pues se reconoce el rol que pueden –y deben jugar– los actores privados en este tema.

Sobre este particular, por ejemplo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) desarrolla dos programas (Empleos Verdes y Empresa Sostenible) por medio de los cuales promueve la creación de empleos y el desarrollo empresarial, con la “ecologización” de procesos y actividades empresariales, así como la producción de bienes y servicios ecológicos, reconociendo que estos puestos de trabajo sostenibles y responsables, promueven a la vez un “incremento de la productividad y la mejora de las condiciones de trabajo, las buenas relaciones laborales, y las buenas prácticas medioambientales”[1].

En este sentido, si bien los Estados no son los únicos agentes involucrados en la reducción del cambio climático, su rol dentro de esta problemática es esencial. Se muestra entonces necesario incluir instrumentos de evaluación del impacto climático dentro de la aceptación de inversores extranjeros en territorios nacionales, es decir, traer a un primer plano, por medio de instrumentos jurídicos de rango internacional, el tema ambiental en el derecho internacional de las inversiones. Si bien la protección del medio ambiente ha sido incluida dentro de numerosos instrumentos jurídicos nacionales e internacionales, en esta propuesta se trata de hacer evidente lo que se viene aplicando años atrás (leyes contra la contaminación, responsabilidad de grupos de empresas por accidentes medioambientales, sanciones a los estados por la cantidad de emisiones nocivas para el medio ambiente, entre otras) de manera generalizada. En últimas se pretendería dar un carácter particular a aquellas regulaciones protectoras del medio ambiente, de forma tal que se ponga límite a los inversionistas como grupo de agentes contaminantes, sin que se trate de ponerlos en cintura sino de poner la protección del cambio climático por encima o al mismo nivel de los instrumentos de protección estatal propios de la Organización Mundial del Comercio.




[1] Factsheet “Un entorno propicio para las empresas sostenibles. El enfoque de la OIT para la creación de un entorno propicio - empresas sostenibles”, Julio de 2012

Thursday, August 28, 2014

Walking toward the channeling funds for SDGs projects

By: Andrea Herrera Guaman* (aherrera@eafit.edu.co)
Administration Managament Professional


We live in a world surrounded by the words “change”, “green”, “sustainable” and many others alluding the searching of tools that tend for the preservation of the environment. Nonetheless, are really few the institutions that take these words seriously and even fewer those with an authentic interest of making that people, governments and companies start to believe that work and investment in favor of SDG projects are extremely beneficial at all kind of levels.

With that goal in mind, the UNCTAD publishes the World Investment Report 2014, in which the main approach is the need or rather the urge of generating an adjustment in the way how both, the public and the private sector of developing countries are making investments. This call is made in order to save those economies from an estimated of 2,5 billion dollars deficit, because even though the public sector contributions are indispensable to face this deficit, they are not enough , and it is now the moment for private sector to begin to channel its efforts and resources in achieving more SDG (UNCTAD, 2014).

The key point in this issue is try to obtain either the entry or the augmentation in the participation of private sector in the SDGs projects as there are varied the constraints that made this sector does not want to strengthen its interest in this field. To name a few of this constraints the UNTACD listed for example the entry barriers, Inadequate risk –return ratios for SDG investment and lack of expertise as one of the principal hurdles for channeling funds into SDGs (UNCTAD 2014).

These constraints can be addressed with some policy options like; creating an enabling policy environment for investment in sustainable development that finally leads to an alleviation in entry barriers, while safeguarding legitimate public interests, or expanding the use of risk –sharing and mitigation mechanisms for SDG investments. For instance, Public and donor sector funds as base capital or junior debt, to share risks or improve risk-return profile for private sector funders or, Stablishing partnerships between home and host- country investment promotions agencies when lack of expertise is the case (UNCTAD 2014).

In addition to those policy options it is also essential a reorientation of investment incentives since the traditional economic growth oriented investment incentives such as; Focus on short and medium term economic gains, cost - benefit analysis in favor of economic gains or lowering of regulatory standards considered as a policy options are still captivating the interests of several sectors that look down on those Investment incentives that take into account sustainable development considerations like long- term implications of investment for sustainable development considered and additionally a focus on SDG sectors. The key here is not to become those investment incentives in a permanent option but a self- sustainable choice trough years, building experience and confidence in SDGs activities. (UNCTAD, 2014)

References

Unctad.org, (2014). unctad.org | Los países en desarrollo afrontan 2,5 billones de dólares de déficit de inversión anual en sectores fundamentales del desarrollo sostenible, según estimaciones de un informe de la UNCTAD. [online] Available at: http://unctad.org/es/paginas/PressRelease.aspx?OriginalVersionID=194 [Accessed 25 Aug. 2014].

Unctad.org, (2014). unctad.org | World Investment Report 2014. [online] Available at: http://unctad.org/en/pages/PublicationWebflyer.aspx?publicationid=937 [Accessed 26 Aug. 2014].

Sunday, August 24, 2014

A view on UNCTAD's World Investment Report 2014

By: Veronica Velásquez Zuluaga* vvelasq5@eafit.edu.co
Law student at Universidad EAFIT, Colombia


According to the UNCTAD, the foreign direct investment (FDI) has increased all types of economic groups, developed, developing and transition. One of the points of the agenda of the countries is to create or elaborate policies to attract investment in their own country regardless of their economic group.

Recently, an investment promotion agency mentioned that the main objective of investment incentives is job creation, followed by technology transfer and export promotion. To achieve this objective, it has to take into account four key challenges: The first one is leadership, this key propose setting guiding principles ensuring policy coherence; the second is mobilization and propose to reorient markets towards investment in SDGs; the third is channeling and pose the promoting and facilitating investment into SDGs sector; and the last one is impact and express the maximization of the development benefits and minimizing risks.

There is an important aspect and is related to the investment of the private sector in all countries. The private sector cannot supplant the big public sector push needed to move investment in the SDGs in the right direction. But an associated big push in private investment can build on the complementarity and potential synergies in the two sectors to accelerate the pace in realizing the SDGs and meeting crucial targets. Private sector contributions often depend on facilitating investments by the public sector. In some sectors such as food security, health or energy sustainability, publicly supported research and technological development (R&D) investments are needed as a prelude to large-scale SDG-related investments.

SDG investment has some approach: the first is economic infrastructure in developing countries, included power, transport, telecommunications and water and sanitation, we can say private sector has a good participation in these topics; another approach is food security and the corporate sector contribution in the agricultural sector as a whole is already high at 75 per cent in developing countries, and is likely to be higher in the future; the third one is Social infrastructure is related to education and health, is a prerequisite for effective sustainable development, and therefore an important component of the SDGs; and the last one is environmental sustainability, including stewardship of global commons, the investment gap is largely captured through estimates for climate change, especially mitigation, and under ecosystems/biodiversity (including forests, oceans, etc.).

We can say private sector intervenes so much in the economy and all their movements can change other sectors such as economy, environment, infrastructure, transport etc.

Reference


UNCTAD (2014) World Investment Report 2014. Available online at: http://unctad.org/en/PublicationsLibrary/wir2014_en.pdf

Saturday, May 31, 2014

A view on the UNCTAD's Trade and Environment Report

Opinion article by: Veronica Vasquez Zuluaga(*) (vvelasq5@eafit.edu.co )
Law undergraduate student at Universidad EAFIT, Colombia

As everyone knows, weather is changing, and these shifts have made the agriculture change. The Trade and Environment report 2013 by UNCTAD is based on agriculture of the entire World, critical aspects of agriculture, the economy for the agriculture and gives some recommendations to have stable agriculture.

The report starts with a premise; the imbalance between where the food is produced and where it is needed, this report gives some advises to maintain the balance. It recommends the industrial productions, the implementation of fertilizers and agro- chemicals. Instead, it says that the goal should be “sustainable regenerative production systems that also improve the productivity of small-scale farmers and foster rural development”. Also gives the government’s ways to implement good mechanisms to agriculture to farmers, for example give them clean water, soil and landscape preservation, protection of biodiversity etc.

In the regions where the weather doesn’t let agriculture grow, have more troubles with hunger, drought, rising food prices and access to land. These situations may lead massive migrations and to international conflicts over food and resources such as soil and water. It reaffirm that the priority is give the rural poor areas the possibility of being self-sufficient in food and to earn enough income through agriculture so that they can get food.

Anyway the UNCTAD invites to make some adaptions in trade rules to encourage as much food production as possible, as much trade food as necessary. We need to continue working to protect environment because it is the purest resource that the human kind have.

Wednesday, May 28, 2014

Bio-agricultura urbana: ¿cómo producir alimentos en escenarios de cambio climático?

Articulo de opinión por: Adriana María Gallego Rúa* (adriana.gallego.02@gmail.com)
Laboratorio de Biotecnología, Universidad de Antioquia, Colombia


Hoy en día reconocemos que el cambio climático es una realidad inminente. Son muchos los pronósticos que se plantean de cómo se verá el globo terrestre dentro de unos años con el calentamiento global… el derretimiento de los polos, la inundación de las costas, el efecto negativo en los cultivos… son noticias que a diario nos invaden.
Apagar las bombillas, usar más la bicicleta y menos el carro, ahorrar agua… son todos paños de agua tibia. Falta una mayor conciencia sobre varias preguntas inquietantes pero necesarias...
¿Cómo nos alimentaremos en el futuro bajo los evidentes pronósticos de cambio climático? ¿Cómo hacer de la seguridad alimentaria y energética una realidad sustentable en el tiempo?. Sin duda son más las preguntas que las soluciones tangibles.
Transformar la agricultura tradicional a una agricultura de policultivos es una de las soluciones propuestas y es válido… sin embargo ¿si la transformación toma más tiempo que los efectos del cambio climático en recrudecerse? ¿Cuál será nuestro as bajo la manga?
Pensar que el campo va a desaparecer es una utopía, pero creer que estará eternamente disponible para la agricultura mundial si lo es. Si seguimos pensando en depender 100% del campo para la alimentación y recurso energético considero, vamos por el camino equivocado. Surge aquí el concepto de Bioagricultura urbana. Pensar que podemos producir alimentos que no dependan del campo, que se establezcan en espacios pequeños, que sean independientes de factores climáticos externos, libres de patógenos y agroquímicos, sin estacionalidad… suena como un cuento sacado de la ciencia ficción. Sin embargo es posible. Actualmente hay unos esfuerzos investigativos en hacer esta idea tangible y se han obtenido resultados positivos. Bien decía Albert Einstein “No podemos esperar un cambio si seguimos haciendo lo mismo”. Es por esto que la Bioagricultura Urbana se constituye actualmente como un cambio de paradigma.

Tuesday, May 27, 2014

Report. Videoconference: UNCTAD's Trade and Environment Report

Report by: Carolina Herrera Cano* (caroherca@gmail.com)
International Business at Universidad EAFIT, Colombia

Videoconference availlable here


Recognizing the multifunctionality of agriculture


Today, the Trade, Investment, and Development Observatory had the opportunity to assist to the conference “Assuring Food Security and Rural Livelihoods under the Challenges of Global Warming” by Dr. Ulrich Hoffman. This conference was based on the Trade and Environment Review 2013: Wake up before it is too late: Make agriculture truly sustainable now for food security in a changing climate, whose Principal Editor is Dr. Hoffman.

The power and importance that the agriculture sector has is undeniable. Food supply, industry, and also labor depend on this economic activity; certainly agriculture is a multifunctional sector. This ancient practice has evolved through decades, but it seems that this process of evolution is not being enough, compared to the emerging problems related to this sector. This review emphasizes in the necessity to promote a drastic
change in how agriculture is understood nowadays; they highlight the importance of achieving a paradigm shift from a linear perspective, to a holistic approach that can truly understand, and make the most of the multifunctionality of agriculture.

The importance of this change relies on the connection between this sector and problems such as: food security, access to land and water, hunger and poverty, social inequity, poor health and malnutrition, and climate change. As a key conclusion, the review mentions that “agriculture is a major cause and victim of climate change”. Also, despite the decrease in the role of agriculture in the global economy during the last decades, this sector still represents about a 40-60% of the total work force in developing countries. Human dependence on this sector is as evident, as it is the importance of renewing agricultural practices in favor of sustainable development.

The invitation from the Trade and Environment Review 2013 is to promote sustainable practices that can actually redefine “productivity”, strengthen resilience to resources, and that can create changes in inequity around the world. Decisive and coordinated action between the private and public sector is vital; as well as it is a redefinition of sustainability as an “organic, ecological, and resilient” concept. Recognizing the multifunctionality of agriculture will decisively promote sustainable, and inclusive development.