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Wednesday, September 10, 2014

Trade policies, household welfare and poverty alleviation: Case studies from the Virtual Institute academic network

By: Cristian Ugarte* (email: Cristian.Ugarte@unctad.org)
virtual institute UNCTAD

This book is the culmination of a three-year capacity-building project conducted by the Virtual Institute, UNCTAD’s programme for academic cooperation. Co-funded by the United Nations Department of Economic and Social Affairs and the Government of Finland, the goal of the project was to provide researchers in developing and transition economies with the knowledge and tools necessary to conduct empirical analyses of the effect of trade on poverty, so that they may assist national policymakers in the design of pro-poor trade policies.

Increased integration of developing countries into the global economy has sparked a debate in academic and policy circles about the relationship between trade liberalization and poverty. Do the poor benefit as their countries gain access to new export markets? Or do they suffer as trade liberalization exposes domestic markets to increased import competition?
The research in this compendium uses a methodology based on household-level surveys to examine short-term effects of global price changes or trade policies on household consumption, production and labour income, and, subsequently, on household welfare and poverty.

The studies collected in this volume examine the welfare and poverty consequences of external trade shocks and domestic trade-related policies for households in the Philippines, the former Yugoslav Republic of Macedonia, Argentina, China, Costa Rica, Peru, Nigeria and Viet Nam. One set of studies examines the welfare impact of the recent increases in global food prices. The other set analyses the welfare effects of trade policy and exchange rate changes.

The analysis yields several insights about the relationship between changes in commodity prices or trade policies and poverty. Most importantly, they provide additional support for the conclusion that it is not possible to generalize about how higher consumer or producer prices affect the poor and that effects of price changes on poverty are case-specific. In fact, welfare changes depend on the exposure of poor households to price fluctuations as producers and consumers of the good, the exposure of these households to price shocks through their labour incomes, and the magnitude of the price changes. For example, while the rural poor tend to be harmed by increases in the price of rice in the Philippines, they benefit from an increased price of maize in the former Yugoslav Republic of Macedonia. This difference stems from the fact that the rural poor in the Philippines tend to be net consumers of rice, while the rural poor in the former Yugoslav Republic of Macedonia are net producers of the commodity that experienced a large price increase. Similarly, poor households in Nigeria, which spend a large portion of their budget on agricultural products, benefit from the availability of cheaper imported goods following the reduction of import tariffs, while producers of the same products suffer reductions in welfare as a result of increased import competition.
The welfare analysis developed in some case studies in this volume may be particularly useful for ex-ante evaluation of a price or policy change and in terms of short-term household welfare responses to price fluctuations. Such ex-ante assessments provide a useful policy tool that can be undertaken using existing household-level surveys to better understand the potential short-term effects of policy changes on the distribution of income as is done in the study on Costa Rica, for example, which examines the potential effects of the Dominican Republic-Central America-United States Free Trade Agreement (CAFTA-DR) prior to its full implementation.


Several studies in this volume also conclude that transmission of price or policy changes to consumer or producer prices depends on the structure of commodity markets, the local supply chain, the distance from the border and the development of market institutions, among other factors. The studies on Viet Nam and Argentina, for instance, suggest that poor farmers or poor consumers may not always necessarily be the main beneficiaries of policies intended to reduce poverty. The middlemen or intermediaries are at times better positioned to capture benefits from price changes. The studies therefore underline the need to explore institutional characteristics that affect price transmission throughout the supply chain in order to enhance the potential positive impact of trade liberalization on poverty.

Reporte sobre pobreza. La liberalización económica tiene efectos positivos sobre la pobreza

Panelistas y analistas del Observatorio
Por: Oficina de Prensa, Universidad EAFIT, Colombia

El tema fue analizado por Carlos Alberto Medina Durango , subgerente regional del Banco de la República; Gustavo Canavire Bacarreza, director del Cief de la Universidad EAFIT; y Marcela Marín, analista de este observatorio eafitense.

Filipinas, la exrepública yugoslava de Macedonia, Argentina, China, Costa Rica, Perú, Nigeria y Vietnam. Esos fueron los países en los que se analizó el impacto que tienen las políticas comerciales sobre las poblaciones más afectadas por la pobreza.

Esta investigación dio como resultado la publicación Políticas comerciales, bienestar de los hogares y alivio de la pobreza: estudios de caso de la red académica del Instituto Virtual, cuyo lanzamiento mundial se realizó el lunes 8 de septiembre. En EAFIT la presentación estuvo a cargo del Observatorio en Comercio, Inversión y Desarrollo.

De acuerdo con Maria Alejandra Gonzalez-Perez, profesora titular del Departamento de Organización y Gerencia y coordinadora de este observatorio, el proyecto tuvo una duración de tres años y comprendió tres etapas.

“Primero hubo un entrenamiento mundial por parte del Instituto Virtual de la Unctad; después hubo un proceso de acompañamiento de los expertos a las personas que recolectaron la información y consultaron con las personas que diseñan e implementan las políticas en los países, y luego se realizó la publicación”, explicó la profesora.

Los dos ejes centrales del libro son: consecuencias de los recientes aumentos de los precios de los alimentos en los mercados internacionales, y cómo afectan al bienestar los cambios de las políticas comerciales y del tipo de cambio.

“Pese a que hay discusiones teóricas y evidencias del pasado que dicen que la apertura al comercio internacional afecta negativamente a los pobres, lo que encontramos es que a medida que se hace una liberalización económica controlada y programas de monitoreo y regulación, hay beneficios para estos”, opinó Gonzalez-Perez.

De esa forma, precisó que el comercio internacional tiene efectos positivos en la pobreza siempre que haya un efecto regulador y monitoreador por parte de los gobiernos.

Análisis en EAFIT


El lanzamiento del informe en EAFIT contó con tres invitados. Uno de ellos fue Carlos Medina Durango, subgerente regional de Estudios Económicos del Banco de la República, quien habló sobre los efectos de la importación de las políticas de subsidios a la demanda en la provisión de servicios a los pobres en Colombia.

“Los subsidios a la demanda son una herramienta que se ha venido implementando en el país pero de una forma todavía muy moderada en algunos sectores, y que se puede profundizar bastante como sucede en el caso de la salud”, anotó Medina

Otro de los panelistas fue Gustavo Canavire Bacarreza, director del Centro de Investigaciones en Economía y Finanzas (Cief) de EAFIT, quien presentó el tema: Trade, labor markets and poverty in developing countries.

“El comercio internacional ha tenido efectos muy importantes sobre crecimiento y pobreza. Sin embargo, existe literatura que también contradice esos efectos y la idea es plantear nuevas alternativas de cómo puede ser más apropiado el efecto de la liberación comercial y del comercio internacional sobre la pobreza vía mercados laborales”, expresó.

Así mismo, resaltó que hay un tema nuevo que tiene que ver con offshoring y outsourcing, relacionado, según él, con los efectos de ese tipo de estructuras de comercio y de inversión extranjera sobre los mercados laborales y la pobreza.

“Estas prácticas consisten, básicamente, en deshacer la estructura de producción de manera que distintas partes de ésta sean realizadas en diferentes países o regiones, lo que puede afectar directamente los mercados laborales y, por ende, la pobreza”, aclaró Canavire.

Por su parte, Marcela Marín Miran, analista del Observatorio en Comercio, Inversión y Desarrollo de la Universidad, finalizó el encuentro académico con la conferencia: Comparación de casos específicos de estudio en políticas comerciales, bienestar de los hogares y alivio de la pobreza.

En su opinión, los efectos de las políticas comerciales son específicos para cada país y cada producto.

“Las políticas comerciales no son suficientes para asegurar un efecto positivo en los niveles de bienestar y pobreza", concluyó Marín.

Proyecto sobre comercio y pobreza


El libro Políticas comerciales, bienestar de los hogares y alivio de la pobreza: estudios de caso de la red académica del Instituto Virtual surgió como parte del proyecto sobre comercio y pobreza cofinanciado por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas y el Gobierno de Finlandia. Este proyecto inició con un curso virtual de 12 semanas, dirigido a investigadores y profesores universitarios de países en desarrollo y en transición, y cuyo objetivo fue “proporcionar a los participantes las herramientas empíricas necesarias para evaluar el impacto del comercio y las políticas comerciales en la pobreza y la distribución de los ingresos, a fin de que ayudaran a los encargados de políticas a formular medidas comerciales favorables a los pobres”.

Friday, August 29, 2014

Un Sistema Financiero para el Desarrollo

Artículo de opinión por: Alejandro Botero Uribe* (aboter19@eafit.edu.co)
Estudiante de Derecho, Universidad EAFIT, Colombia


El paradigma que ha prevalecido en el ámbito internacional sobre un sistema financiero producto de las teorías económicas desarrolladas en el siglo XX, impulsadas por Ronald Reagan y Margaret Tatcher y posteriormente prescritas por el Consenso de Washington, ha generado una cantidad de problemas como lo son las crisis económicas cíclicas a las que se ha visto enfrentado el mundo en los últimos dos siglos[1]. Es importante resaltar que al igual como el mundo ha comenzado a reconocer desde hace ya varios años la importancia de la sostenibilidad en el consumo de bienes, hoy se hace necesario tener en cuenta el consumo de servicios, entre ellos los financieros, como una acción que debe ser asumida de manera responsable y sostenible. El consumo de servicios financieros en el mundo y la oferta misma, pueden llegar a ser un emblema de estas políticas económicas de libre mercado. El modelo de desarrollo propuesto por la Escuela de Chicago logró permear este ámbito de la economía de manera exitosa, lo que generó un sistema al cual solo se puede tener acceso y del cual solo se puede obtener beneficio en función de la capacidad económica que se tenga, lo que en últimas deja a las personas mas desfavorecidas a nivel económico y las empresas con menos medios de producción, por fuera de los beneficios de este sistema[2].

Estas propuestas, tales como la liberalización de los mercados y la intervención mínima del Estado en la economía están siendo puestas en duda como factor determinante del desarrollo y se ha comenzado a hablar de instituciones políticas y económicas inclusivas como elemento fundamental para el crecimiento económico y social de los países[3], el sistema financiero, tanto nacional, como el precariamente regulado internacional[4], no es ajeno a esto y es por eso que es importante resaltar que cuando se habla de sostenibilidad en el sistema financiero, inmediatamente se hace referencia a la inclusión del mismo[5]. Esta situación nos permite afirmar que para utilizar este sistema como un catalizador del desarrollo, es importante asumir que este debe ser inclusivo, sostenible y responsable. Bajo esta perspectiva un sistema financiero que reúna estas características debe cumplir un rol que contribuya a la reducción de la pobreza, el fomento de un crecimiento económico equitativo y la promoción de diversos objetivos de desarrollo tales cómo la sostenibilidad ambiental, la seguridad alimentaria, el agua potable y limpia, la salud de calidad y la educación universal[6].

Por inclusión financiera entendemos “el acceso universal y el uso de numerosos servicios financieros con precios razonables, proveídos por diversas instituciones financieras responsables y sustentables, lo que fortalece y acelera el crecimiento económico equitativo, la reducción de la pobreza y el desarrollo humano”[7]. Se logra apreciar que este concepto engloba la responsabilidad y la sustentabilidad de las que ya se había hablado, lo que nos permite equiparar el concepto de sistema financiero inclusivo al de sistema financiero para el desarrollo. En este punto es importante afirmar que un sistema financiero inclusivo no solo es aquel que se dirija a las personas, entendidas como sujetos individuales, sino también a las empresas, donde la inclusión se mide en el nivel de acceso que las pequeñas y medianas empresas tengan a los servicios financieros.

La importancia la inclusión como factor de desarrollo se puede apreciar, por ejemplo, en el caso de los servicios financieros en el ámbito de la agricultura, donde un sistema financiero inclusivo permitiría el acceso de los productores del sector rural (que por lo general no cuentan con suficientes medios de producción para el acceso a este servicio) al ahorro y los seguros, lo que les permitiría construir resistencia frente a sobresaltos tales como fluctuaciones de precios, inclemencias climáticas o desastres naturales, y recuperarse mas rápidamente de tales crisis[8].

Dicho todo esto, es necesario establecer que las áreas claves que se deben fortalecer para la inclusión financiera[9] son: 1) La diversificación de servicios financiero, 2) El acceso de los hogares y de las pequeñas y medianas empresas a tales servicios, 3) La responsabilidad y la capacidad financiera, lo que conlleva a sistemas fuertes de protección y de educación al consumidor[10], 4) La inclusión, estabilidad e integridad financiera, entendida esta última como “la salvaguarda del sistema financiero en pro de propósitos legales y legítimos”[11] y 5) La información compatible y armonizada. Esto nos lleva a afirmar que la implementación de este modelo financiero inclusivo va mas allá de la innovación e incluye aspectos tales como la voluntad y el liderazgo político, la creación y optimización de infraestructura y el uso y fortalecimiento de las instituciones propias de un Estado social de derecho, de igual manera es importante contar con la fuerza del Estado para evitar los movimiento financieros ilegales los cuales constituyen un obstáculo para el desarrollo[12].

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Notas de pie de página

[1] No es necesario hacer una elaboración argumentativa muy amplía para demostrarlo, la última crisis, la del 2008, es producto de esto mismo que digo. Para mayor información sobre cómo la estructura pensada en el siglo XX para el sistema financiero afecta la economía global, remitirse a Tony Judt, Algo va mal, Madrid, Taurus, 2010.
[2] Elaine Kempson, Adele Atkinson y Odile Pilley, Policiy Lever Response to Financial Exclusion in Developed Economies: Lessons for Developing Countries, p. 7, Google Scholar, [base de datos en línea], internet, consulta: 26 de agosto de 2014.
[3] Ver Daron Acemoglu y James A. Robinson, Por qué fracasan los países, s.l, Deusto, 2012.
[4] Se pueden apreciar algunos rasgos de la existencia de una regulación internacional, como por ejemplo las sanciones que se impuso al banco francés BNP Paribas por sus relaciones económicas con Sudán, producto de las imposiciones internacionales sobre el comercio que impone El Congreso de los Estados Unidos en función de sanciones económicas a ciertos países. Stéphane Lauer, “La BNP paiera une amende de près de 9 milliards de dollars aux Etats-Unis”, 30 de junio de 2014, [en línea], disponible en: http://www.lemonde.fr/ameriques/article/2014/06/30/la-bnp-devra-regler-8-834-milliards-de-dollars-d-amende-aux-etats-unis_4448280_3222.html.
[5] Esto fue hecho por El Grupo de Alto Nivel de Personas Eminentes sobre la Agenda de Desarrollo Post-2015 al reconocer la importancia de un sistema financiero inclusivo propuesto por la Reina Máxima de los Países Bajos. United Nations Secretary – General’s Special Advocate for Inclusive Finance of Development, “Annual Report to the Secretary General”, UNSGSA, [en línea], septiembre de 2013, disponible en: http://www.unsgsa.org/files/2813/7785/5058/F_UNSGSA2013_lowres_082013.pdf, P. 16, consulta: 16 de Agosto de 2014.
[6] UNSGSA, “Página de entrada”, UNSGSA, [en línea], s.f, disponible en: http://www.unsgsa.org, consulta: 13 de Agosto de 2014
[7] UNSGSA, Op. Cit., UNSGSA, p. 12.
[8] UNSGSA, “UN Agencies and the UNSGSA meet to explore financial inclusion’s role in ending hunger”, UNSGSA, [en línea], 21 de marzo de 2013, disponible en: http://www.unsgsa.org/resources/news/un-agencies-and-queen-maxima-meet-explore-financial-inclu/, consulta: 23 de Agosto de 2014
[9] UNSGSA, Op. Cit., UNSGSA.
[10] Es importante resaltar el interés que existe en este punto de la UNCTAD sobre la protección al consumidor como medida necesaria para continuar con el desarrollo de la región, lo que se puede apreciar en: Consumers International Blog, “Financial services on the agenda at UNCTAD”, Consumers International Blog, [en línea], 2012, disponible en: http://consumersinternational.blogspot.com/2012/07/financial-servicesits-complicated.html, consulta: 23 de Agosto de 2014
[11] UNSGSA, Op. Cit., UNSGSA, p. 20.
[12] UNSGSA, Op. Cit., UNSGSA, p. 5.

Monday, August 25, 2014

Financiación del desarrollo mediante fortalecimiento institucional y liberalización de mercados.

Artículo de opinión por: Catalina Tamayo Posada* catalinatamayop1@gmail.com
Estudiante de Economia, Universidad EAFIT, Colombia.

Al momento de plantearse los nuevos objetivos en los cuales la Organización de Naciones Unidas (ONU) deberá concentrar todos sus esfuerzos, es prudente hacer una evaluación de los Objetivos del Milenio (ODM). De acuerdo con el reporte “El Futuro que Queremos para todos”, realizado para la ONU, los ODM sirvieron a los países y a toda la comunidad internacional como una guía de hacia donde debían estar orientadas todas las políticas tanto nacionales como internacionales. Sin embargo, éstos no pusieron atención a aspectos propios de las poblaciones tales como desigualdad, exclusión social, entre otros, lo cual entorpeció el camino a su cumplimiento. Otro debilidad fue que los ODM se limitaron específicamente a plantear el objetivo final y no ofrecieron a los países menos desarrollados ningún tipo de guía para resolver problemas de raíz como el de la pobreza extrema (ONU, 2012).

Para la agenda 2015, después de haber considerado todas las fortalezas y debilidades, se llega a la conclusión de que para poder contribuir al desarrollo de las sociedades es necesario hacer cambios estructurales en los modelos de crecimiento tanto de los países en vía de desarrollo y de los menos desarrollados, como en el sistema internacional (ONU, 2013).

La financiación para el desarrollo de los países menos desarrollados es un compromiso que tiene toda la comunidad internacional y debe ir más allá de ayuda meramente económica. Muchos de los flujos financieros que son dirigidos a dichas economías no logran cumplir con su objetivo final debido a problemas institucionales tanto políticos como financieros. Otras ayudas ni siquiera son enviadas ya que los países desarrollados prefieren ayudar a países relativamente bien gobernados, lo cual constituye un problema para que ellos países en donde hay serios problemas de gobernabilidad y en donde la mayoría de la población está por debajo del umbral de pobreza. Cabe resaltar la importancia que tiene la regulación de los flujos de inversión con el fin de asegurar que éstos estén siendo utilizados de manera positiva y no financiado la corrupción y otras actividades ilícitas (CDI, 2013).

Así como la inversión extranjera directa, el comercio tiene un rol fundamental en el desarrollo. La eliminación de barreras a las importaciones podría servir como motor de crecimiento para los países que a pesar de pocos ingresos tienen alguna ventaja comparativa en algún producto y por motivo de barreras no pueden comercializarlos e ingresar efectivamente en el sistema internacional. Adicional a esto, distorsiones del mercado como los subsidios así como los bajos precios de las materias primas tienden a afectar altamente a los países más pobres (CDI, 2013).

Podría decirse que la mayoría de los países no cumplen con el compromiso de dar el 0.7% del PNB para financiar el desarrollo de las economías. De acuerdo con el Índice de Compromiso con el Desarrollo, hay algunos países que aportan incluso más de dicho porcentaje pero aportan a países mal gobernados u ofrecen ayudas “atadas o ligadas” lo que es un limitante para el país que recibe la ayuda (CDI, 2013). También es importante desligar esa ayuda con el fin de permitir a los países buscar precios más bajos con total libertad. Asimismo, los países deben incentivar la inversión privada ya que, según la ONU, esta será la principal fuente de financiación en el largo plazo.

En conclusión, es de suma importancia hacer los cambios estructurales necesarios tanto a nivel nacional como internacional para permitir el desarrollo de los países menos desarrollados. El fortalecimiento y/o creación de instituciones financieras transparentes es fundamental en el proceso de absorción efectiva de los flujos de capital provenientes del extranjero. De igual manera, la liberalización del comercio constituye también una fuente importante de crecimiento y dinamización de los mercados.



Referencias:

Center for Global Development CDI (2013) Indice de Compromiso con el Desarrollo (CDI). 2013. Disponible en: http://www.cgdev.org/sites/default/files/CDI2013/cdi-brief-2013.html

ONU (2012) El Futuro que Queremos para todos. Nueva York. . Disponible en: http://www.un.org/en/development/desa/policy/untaskteam_undf/unttreport_sp.pdf

ONU (2013) “Una Nueva Alianza Mundial: Erradicar la pobreza y transformar las economías a través del desarrollo sostenible.” Naciones Unidas, 2013. Disponible en: http://www.post2015hlp.org/wp-content/uploads/2013/07/HLPReport_Spanish.pdf



Friday, November 29, 2013

Las economías emergentes y las “nuevas economías de servicios”

Por: Nathalia Rios Ballesteros
Estudiante de Economía y Negocios Internacionales de la Universidad EAFIT, Colombia

El mercado de los servicios se postula actualmente como uno de los grandes retos a enfrentar para las economías emergentes del mundo. Aunque este mercado actúe como generador de eficiencia, crecimiento y bienestar económico; debido a su caracterización y el funcionamiento de sus mercados, su modo de suministro, su composición o estructura sectorial, su productividad factorial, su grado de intangibilidad y su interdependencia con el resto de la economía, este sector resulta ser un desafío innegable para el aparato productivo, tecnológico e innovador de estos países en donde el desarrollo de estos aspectos al igual que el fomento del sector terciario, queda en la mayoría de los casos, relegado a un segundo plano. En este sentido, aunque la participación en el empleo y los ingresos del sector servicios bordea cerca del 70%, tanto en países desarrollados como en aquellos en desarrollo, se sabe que el desempeño económico y el bienestar generado por el sector terciario no sólo depende de su capacidad para producir valor agregado. 

Hoy por hoy, el sector servicios representa alrededor del 70% de la producción en los países desarrollados, y el 50% del PIB de los países en desarrollo. Adicionalmente, representa el 20% del comercio mundial total y funciona como un catalizador de la economía en general, con lo cual, resulta indiscutible resaltar el hecho de que durante las últimas décadas su producción y comercio ha presentado un gran crecimiento debido, en parte, al desarrollo de tecnologías que han reducido los costos de transporte al igual que su disposición para sumarse al proceso de inclusión en los diferentes niveles de las cadenas de valor globales apenas incipientes en algunas economías emergentes.

De la misma manera, el desarrollo de los servicios se convierte a su vez en un factor determinante para potenciar el crecimiento de otros sectores -como el industrial y agropecuario- debido a su carácter de “sector intermediario”, ya que permite agregar valor en las diferentes etapas de producción en los bienes de consumo final a través de la provisión de actividades claves en los campos de servicios financieros, de transporte y de seguro, entre otros. Es por esto que, según lo afirma Deardoff (2000), considerar la liberalización del comercio de este sector como medida de acaparamiento y robustecimiento del mismo, no sólo genera ganancias en cuanto al perfeccionamiento de las ventajas comparativas de los países, debido a la tendencia a la fragmentación de los procesos manufactureros, sino que también disminuye las barreras no arancelarias que enfrentan los bienes tradicionales –dado a su status sui generis de intagibilidad-.

Es así como, debido a la creciente importancia del sector y a sus diferencias, no sólo con respecto al comercio y prestación de servicios per se, sino también respecto a su relación con el mercado de bienes tradicionales, es necesario entender, analizar y evaluar las características y particularidades del sector en términos de su producción, regulación y comercio, para generar políticas de estado que garanticen el continuo y duradero crecimiento de este sector, lo cual le permita a las economías emergentes entrar en el proceso de “desindustrialización” mientras poseen el privilegio de ser clasificadas como las “nuevas economías de servicios” del mundo.

Referencias


Alan V. Deardorff (2000). International Provision of Trade Services, Trade, and Fragmentatio. University of Chicago, Chigado, Estados Unidos. Revisado el 30 de Noviembre de 2013. Disponible en: http://www.fordschool.umich.edu/rsie/workingpapers/Papers451-475/r463.pdf 

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Nota:

Todas las cifras fueron tomadas de la intervención realizada por la Señora Barbara D’Andrea de la Economic Research and Statistics de la OMC (WTO) para el UNCTAD Virtual-Institute study-tour para universidades colombianas en su cuarta versión (Noviembre 18-22 2013, Ginebra, Suiza). Disponible en: http://unctad.org/en/Pages/MeetingDetails.aspx?meetingid=369