Saturday, May 30, 2015

La política fiscal como herramienta para el desarrollo en América Latina

Artículo de opinión por: Esteban Jaramillo Osorio (ejaram11@eafit.edu.co )*
Estudiante de Economia, Universidad EAFIT, Colombia

Los Estados tienen a su disposición una innumerable cantidad de herramientas para fomentar el crecimiento y el desarrollo, entre ellas puede destacarse al fortalecimiento de la política fiscal como una de las más poderosas en los países emergentes.

Para poder considerar la utilidad de la política fiscal a la hora de fomentar el desarrollo, es importante primero definir a que nos referimos por política fiscal, entendiendo está bajo los preceptos del Banco de la República; “Es una política que sigue el sector público y que dictamina sus decisiones de gasto, impuestos y endeudamiento”.

En Latinoamérica, se ha demostrado que el uso de la política fiscal es efectivo para el desarrollo y el crecimiento, pero en comparación a países más desarrollados aún le queda un largo camino por recorrer. Según datos de la Organización para la cooperación y desarrollo económicos (OECD) los ingresos gubernamentales en Latinoamérica entre 1990 y 2006 aumentaron un promedio de 23% respecto al PIB, pero los países de la (OECD) ostentan una media del 42%, lo que evidencia el gran potencial de crecimiento que tiene Latinoamérica. Cifras similares se hallaron en el gasto público, estas tienen sustento en las marcadas diferencias entre los Estados de referencia, a saber, los países latinoamericanos y aquellos pertenecientes a la (OECD), algunas de estas discrepancias son: los sistemas fiscales excesivamente centralizados, la baja calidad de los servicios públicos respecto a los impuestos pagados, la injusticia que conlleva una recaudación de impuestos desproporcionada, el gasto publico bajo y mal implementado, y finalmente, la sensibilidad de los bonos soberanos ante los ciclos políticos.

La centralización causa una inequitativa repartición de los recursos recaudados por el gobierno central, lo que presenta varios desafíos a la hora de proporcionar bienes y servicios necesarios para la sociedad, como lo son la electricidad o agua potable. Para solucionar esto lo ideal sería una descentralización de los sistemas fiscales y dar más control sobre estos a las subregiones, sin embargo esto puede presentar algunos inconvenientes que requieren ser superados a la hora de implementar estas políticas.

Debido a la gran importancia que tienen los servicios públicos, los impuestos deberían verse reflejados en ellos puesto que dota de confianza al pueblo a la hora de tributar y se contrarresta así la evasión de impuestos que está en auge. Pero el mayor factor a la hora de analizar los efectos del gasto público y la calidad de los servicios se puede notar en la disminución de la pobreza, la desigualdad, y la exclusión, ya que al proveer mejores servicios como educación, agua potable, transporte público, entre otros, se le dan nuevas y mejores oportunidades a las clases más desfavorecidas de los países, y estas, convertidas en perspectivas de crecimiento favorecen la confianza en el Estado y fortalecen el desarrollo.

Para reducir la desigualdad, la pobreza y la exclusión social, es importante hacer gran énfasis en la necesidad de terminar con la desproporción en la recaudación de impuestos, puesto que la generación de carga tributaria es regresiva respecto a la tasa impositiva, que puede reducir la renta de los habitantes a medida que aumenta la tasa impositiva, teniendo esta un impacto mayor para los habitantes que menos ingresos perciben, debido a la disminución en la capacidad de obtención de bienes y servicios de primera necesidad, y por lo tanto los contribuyentes con menores ingresos son los que se ven afectados en mayor medida, visto que el impacto de la tributación es mayor en comparación a agentes con un mayor ingreso, puesto que sufren un menor impacto a la hora de tributar puesto que la destinación del capital a ser tributado no implica una disminución en el consumo de bienes o servicios básicos.

Al hacer más equitativa la recaudación de impuestos se podría aumentar la cobranza de los mismos mientras a su vez se reduce la desigualdad y se brindan nuevas oportunidades de crecimiento a las clases más bajas.

El gasto público puede ser una de las herramientas de la política fiscal con mayor impacto, pero este debe ser realizado de manera muy cuidadosa puesto que debe tener en cuenta el tipo de financiación que se utiliza a la hora de generar gasto público.

Respecto a lo anterior es importante resaltar que no todo gasto es idóneo para promover el desarrollo, y en últimas el crecimiento de un Estado, y por esto es de suma importancia discriminar los diferentes gastos y su utilidad, por ejemplo, una de las inversiones más efectivas es la que se hace en educación y la realización de sus políticas educativas, estas demuestran ser altamente efectivas a la hora de aumentar la productividad de un país, siempre y cuando sean implementadas correctamente, puesto que la intervención estatal no genera necesariamente un aumento en la productividad o en el desarrollo, sino una buena implementación del gasto, ya que al gastar en servicios como la educación, se está invierte en el capital humano que a futuro proporcionara un mayor crecimiento económico y social, pero esto solo se puede dar si y solo si este gasto se hace de manera adecuada y focalizada.

Otro aspecto del gasto público productivo es que puede aumentar el empleo formal ya que al destinar gasto a obras públicas de importancia abren cupos de trabajo para las clases más bajas.

A la hora de financiarse el gobierno puede hacerlo a través de políticas impositivas, así como también puede recurrir a la venta de bonos soberanos, esta fuente de financiamiento es bastante común, sin embargo estos bonos de deuda soberana están basados credibilidad del Estado, y por esto, en Latinoamérica suelen fluctuar de acuerdo al gobernante de turno y las calificaciones del riesgo país, este fenómeno es causado por el temor de los inversionistas a los cambios políticos sustentados en políticas fiscales expansivas, reduciendo así la credibilidad en los Estados. También tienen una gran influencia los bruscos cambios en las políticas económicas que se generan en la transición de un gobierno a otro, y por ello tienden a ser extremadamente cautelosos a la hora de invertir. Para solucionar esto se requiere de una comunicación más medida y cuidadosa de parte de quienes gobiernan o quienes aspiran a gobernar, así como también un marcado respeto por la constitución económica, entendiendo esta como las bases fundantes de la economía estatal, bases que no pueden ser moldeadas al gusto de cada uno de los gobiernos que hayan de llegar.



La política fiscal es un tema que suscita una amplia controversia por parte de los expertos, puesto que estos entienden como un problema la implementación de impuestos a modo de freno frente al crecimiento económico y el desarrollo del país, así como también existen otros que consideren la política fiscal como un mecanismo para estabilizar los ciclos económicos evitando las fluctuaciones marcadas como lo son las grandes escaladas y depresiones. Pero la política fiscal podría tener otra cara en donde sea un motor para el crecimiento y un medio para la consecución de los objetivos del desarrollo económico y social dentro de un Estado.

Referencias


Jiménez, J. P. (2008). Política fiscal y crisis en América latina. Revista Asturiana De Economia.

OECD. (2008). La política fiscal como herramienta de desarrollo en América Latina. Organización para la cooperación y el desarrollo Económicos(OECD).

Friday, May 29, 2015

Políticas de Desarrollo Productivo

Columna de opinión por: Catalina Tamayo Posada* (catalinatamayop1@gmail.com)
Analista del Observatorio en Comercio, Inversión y Desarrollo
Universidad EAFIT

El 2015 es un año de gran importancia tanto para la Organización de Naciones Unidas (ONU) como para cada uno de los países que la integra, pues supone el fin de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y el nacimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Los retos cada vez son mayores debido a las dinámicas actuales: la gran interdependencia de los países, la volatilidad de los mercados financieros, la creciente brecha entre los más ricos y los más pobres, la aparición de nuevas enfermedades, entre otros. Los retos son más ambiciosos y los Estados están cada vez más comprometidos. Sin embargo, para poder alcanzar las metas propuestas se necesitan recursos y éstos dependen directamente de la situación económica del país. De esta forma, a mayor crecimiento económico mayores posibilidades tienen los países de hacer inversiones y programas que satisfagan las metas propuestas por la ONU.

Según Ricardo Hausmann (2015), la verdad acerca del crecimiento de los países se encuentra en la productividad. Los países son más ricos porque producen bienes diferentes con técnicas que no existían, por ende el secreto se encuentra en cambiar lo que se está haciendo y cómo se está haciendo. La tecnología, dice Hausmann, es generalmente entendida como nuevas herramientas. Sin embargo, en cierto punto, la tecnología necesita del know-how y del trabajo conjunto de personas que sepan hacer diferentes cosas que sean complementarias. Así, lo que importa no es tener una gran compañía sino una en la que cada trabajador tenga un know-how diferente. Se introduce entonces el término “complejidad económica”, que no es más que el conocimiento que se incorpora en los productos y como se puede ir pasando de un producto a otro por medio del valor agregado. Corea del Sur en 1962 empezó a desarrollar baterías, de ahí en adelante se fueron expandiendo a productos que utilizan baterías, y así sucesivamente (Hausmann, 2015). Corea es hoy uno de los países más importantes en el comercio y la economía mundial y su gran éxito se debe a las políticas del gobierno orientadas a apoyar un sector de la economía.

Los países de América Latina, en general, están experimentando desaceleración en sus tasas de crecimiento, lo que se ve reflejado en su producto interno bruto (PIB). A pesar de las muchas políticas que se implementan con el fin de reactivar las economías, son pocas las que de verdad logran impactar en el mediano y largo plazo. Es posible que las políticas que se han implementado no hayan estado orientadas a erradicar los problemas desde la raíz y únicamente estén aliviando situaciones muy superficiales. Además, los hacedores de política con frecuencia se ven tentados a utilizar modelos exitosos de otros países e implementarlos en su propio país. Esto no funciona toda vez que el ambiente socio-económico es muy diferente y varía entre países. Así pues, todas las políticas están gobernadas por las demandas de un tiempo específico, lugar y personas (Ostrom, 1999:5).

Las políticas de desarrollo productivo (PDP) tienen un rol muy importante en lo referente a la transformación económica y en el crecimiento sostenido. En América Latina, estas políticas activas están recobrando fuerzas luego de haber sido olvidadas por mucho tiempo debido a que muchas de ellas no funcionaron como se preveía. Sin embargo, mucho países hoy industrializados las han utilizado y éstas han dado excelentes resultados, como en el caso de Corea. Las PDP se basan en la fortaleza institucional, la cual debe ser capaz de implementar a cabalidad la política así como de resistirse a los intereses del sector privado (Stein et al, 2014).

Según el informe “¿Cómo repensar el desarrollo productivo?”, las políticas públicas deben estar orientadas a la existencia de fallas de mercado, de forma que la intervención genere un bienestar superior. La implementación no debe desviarse del diseño para garantizar la solución efectiva al problema identificado y además, el gobierno debe adoptar políticas que no excedan sus capacidades para que de esta forma se reduzca la probabilidad de fracaso. Tal como se afirmó anteriormente, la institucionalidad es un factor fundamental hasta el punto que “las políticas que funcionan en países con fuertes capacidad institucionales pueden resultar inefectivas o incluso perjudiciales en países que carezcan de ellas” (Stein et al, 2014).

Otro aspecto de vital importancia para la transformación productiva es la innovación, entendida como la “adaptación exitosa de tecnologías a las condiciones nacionales y su amplia difusión en empresas y sectores” (Stein et al, 2014). Mientras que países como Israel, Finlandia y Corea del Sur invierten más del 3,5% de su PIB en investigación y desarrollo (I+D), los países de América Latina, en promedio, invierten menos del 1% (Stein et al, 2014). Por tanto, es necesario un aumento de la inversión en I+D con el fin de converger con los más desarrollados por medio del aumento en la sofisticación de las exportaciones, el cual es medido por el índice de complejidad de Hausmann.

El objetivo número 9 de los ODS tiene como fin “Desarrollar infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible, y fomentar la innovación” (ONU, 2015). De esta manera, las políticas podrían estar orientadas a promover la innovación, la cual es útil en cualquier ámbito, y no solo en el desarrollo industrial.

Referencias

Wednesday, May 27, 2015

La IED en América Latina y el Caribe: un reto más en la Agenda de Desarrollo Post-2015

Por: Carolina Herrera Cano
*Observatorio en Comercio, Inversión y Desarrollo

El día de hoy (27/05/2015)  fue presentado el informe “La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe” por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) en Chile. Este documento recopila las cifras de inversión extranjera directa (IED) de la región y evalúa la manera en la que estos han evolucionado durante los últimos años.

La CEPAL señala que hubo una disminución de los flujos de capital extranjero recibidos en América Latina y el Caribe equivalente a un 16%. Las causas que se le atribuyen a este fenómeno incluyen la disminución de los precios de las materias primas, recursos de los cuales dependen muchas de las economías de la región, y la desaceleración económica de la región. El panorama en este sentido sigue siendo desalentador puesto que las predicciones para 2015 afirman que habrá una disminución de en la IED de 10% y el crecimiento económico regional será cercano al 1%.

A pesar de las dificultades que supone realizar IED en contextos económicos como el actual, estos flujos se mantienen, en cierta medida, gracias a las políticas y regulaciones de los países receptores que ven en la entrada de capital extranjero una oportunidad para generar desarrollo gracias a la generación de empleo y a la transferencia tecnológica, mayoritariamente. Actualmente, los países que más contribuyen con IED en la región son: Países Bajos (20%), Estados Unidos (17%) y España, que casi ha cuadriplicado su participación (10%).

Sin embargo, y como la misma CEPAL lo ha reconocido, resulta complicado no sólo medir los verdaderos beneficios de la IED, sino también generar estos beneficios en ciertos sectores. En este aspecto, la CEPAL acepta que aquellos países en los que la naturaleza de la IED está más estrechamente relacionada con la explotación de recursos naturales (como Ecuador, Bolivia y Colombia), es necesario generar políticas de regulación que disminuyan los efectos ambientales (y sociales) de estas actividades económicas. Esto, debido a la importancia de estos flujos para las economías, y a que pretender la completa restricción de IED en los sectores primarios resultaría incluso más perjudicial.

Por esta razón y por los retos que trae consigo el Post-2015 en términos de desarrollo, la invitación que realiza la CEPAL es a atraer inversiones adicionales en proyectos que contribuyan al alcance de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la región y a la generación de sinergias entre actividades económicas privadas y políticas públicas. Así, el contexto económico actual no sólo invita a reflexionar sobre el papel de la IED en las economías regionales, sino que se ve como una oportunidad buscar beneficios en términos de desarrollo para la región en la Agenda Post-2015.

Referencia


CEPAL. (2015). La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe. Disponible [en línea]: http://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/38214/S1500146_es.pdf?sequence=1

Friday, May 15, 2015

Foro “Financiación del Desarrollo en la Agenda post-2015 de las Naciones Unidas: una mirada desde las regiones” retos desde el gobierno, el sector público y la sociedad civil

Por: Carolina Herrera Cano*
Analista del Observatorio en Comercio, Inversión y Desarrollo


Durante el 14 de Mayo 2015 se realizó en la Universidad EAFIT el Foro “Financiación del Desarrollo en la Agenda post-2015 de las Naciones Unidas: una mirada desde las regiones”. Este evento, organizado por el Observatorio en Comercio, Inversión y Desarrollo de la Universidad EAFIT en Colombia, sirvió como espacio de reflexión acerca del cumplimiento de los Objetivos de Desarrolllo del Milenio (ODM) y de discusión con respecto a la importancia que adquieren los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que constituirán la Agenda de Desarrollo Post-2015 en la región.

Este foro contó con la participación de representantes de diferentes instituciones, quienes desde su calidad de discutieron con respecto los retos que la Agenda Post-2015 trae para el mundo y, de manera especial, para Colombia.

En representación de la comunidad Internacional, del Sr. Emmanuel Fontalvo Patiño, Profesional de Gestión del Conocimiento del Proyecto Objetivos de Desarrollo del Milenio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) realizó su presentación “El cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en Colombia”. El Sr. Fontalvo destacó los importantes avances en cuanto a disminución de la pobreza y los esfuerzos en materia educativa que se han realizado. Sin embargo, enfatizó en los problemas de desigualdad de ingreso y de género que todavía afronta el país.a cargo,

Por su parte, Rolf Traeger, líder del equipo del Reporte de los Países Menos Adelantados (PMA) de la UNCTAD intervino con su presentación sobre "Políticas de desarrollo Post-2015 y su implementación en las regiones". El líder del equipo de los PMA, destacó los aspectos positivos de los ODM, como la priorización de la pobreza y la facilidad de la comunicación, y las deficiencias de éstos, como su enfoque parcial y poco holísticos y la ausencia de temas como libertades civiles, desigualdad, discriminación y gobernanza.

Como representantes del gobierno, el foro contó con la presencia de Dra. María Clara Jaramillo, Directora de la Academia Diplomática de la Cancillería y de Darlan Correal, Asesor de la Dirección de Asuntos Económicos, Sociales y Ambientales del mismo Ministerio. Su presentación titulada, "El rol de Colombia en la formulación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible", hizo énfasis en las alternativas para el financiamiento del desarrollo y los retos que esto representa para el país en el Post-2015. Darlan Correal advierte la importancia de buscar estrategias más allá de la Ayuda Oficial al Desarrollo de los países desarrollados hacia los países en desarrollo.

Como representante del gobierno local, el Sr. Juan Carlos Aristizábal Rave, Director de Finanzas y Gestión de Recursos del Departamento Administrativo de Planeación de la Gobernación de Antioquia reflexionó Planes de Desarrollo regionales y la necesidad de hacerlos coherentes con los ODS.

Una mirada desde la academia fue expuesta por el Dr. Thomas Goda, profesor de Economía en la Universidad EAFIT. Su presentación acerca de la dependencia de las commodities en la Agenda Post- 2015 fue un llamado hacia los países en desarrollo de la región hacia la búsqueda de economías basadas en productos de mayor valor agregado. Además, la presentación "Las metas de la Agenda post-2015 para el Control Ambiental y la Minería en tiempos de Posconflicto en Colombia" a cargo de la Dra. Alexandra Urán Carmona de la Universidad de Antioquia permitió conocer las realidades y retos que afronta precisamente este sector de materias primas en Colombia.

Daissy Salcedo, Asesora del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo con su presentación sobre los Lineamientos de Política Pública en Responsabilidad Social Empresarial para Colombia hizo un análisis sobre la importancia de involucrar al sector privado en la consecusión de los ODS.

Finalmente, se realizó el lanzamiento del capítulo del libro "Objetivos de Desarrollo Sostenible: la Agenda Post-2015 vista desde Colombia" editado por el Ministerio de Relaciones Exteriores y las Naciones Unidas: “Estrategias en el sistema financiero hacia el desarrollo” escrito por los integrantes del observatorio en Comercio, Inversión y Desarrollo. La invitación de este análisis se centra en la necesidad de integrar gobierno, sector privado y sociedad civil para el logro de los objetivos de la Agenda Post- 2015.

Fotos del evento disponibles:

Agenda8:00 – 8:10 Bienvenida. Juan Luis Mejía Arango, Rector de la Universidad EAFIT . Delegado Manuel Esteban...
Posted by Trade, Investment and Development Observatory on Thursday, 14 May 2015