Columna de Opinión por Juan Gonzalo Perez* (jperezg@eafit.edu.co)*
Analista del Observatorio en Inversión, Comercio y Desarrollo.
Este viernes 25 de septiembre inicia la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, donde los 193 estados miembros se reunirán para adoptaran la nueva Agenda de Desarrollo Post 2015. La nueva agenda se compone 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que serán medidos por 169 indicadores que permitirán evaluar el progreso de la humanidad durante los próximos 15 años.
El título del plan, “Transformando nuestro mundo: agenda para el desarrollo sostenible 2030”, será endorsado por líderes mundiales y comenzara a implementarse a partir del primero de enero del 2016. De acuerdo con las Naciones Unidas, el objetivo principal es “la erradicación de la pobreza, promover la prosperidad y bienestar para todos, proteger el medio ambiente y hacer frente al cambio climático a nivel mundial”.
Convertir la visión que plantea la agenda en acciones es un gran reto para todos, puesto que se requiere una intensificación en la cooperación internacional en muchos frentes y que los estados miembros, tanto pobres, ricos como de ingreso medio, tomen acciones para lograr que el desarrollo sostenible sea una realidad.
Con base en los avances y aprendizajes que dejan los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), la Agenda Post 2015 es la oportunidad de adoptar una nueva visión holística que incorpora las dimensiones sociales y económicas, así como los problemas del medio ambiente con un enfoque de desarrollo sostenible. Según el Secretario de la ONU, Ban Ki-moon, “La transición presenta una oportunidad para facilitar recursos para la inversión en educación, salud, crecimiento equitativo y producción y consumo sostenible”. No obstante, facilitar recursos no es tarea fácil, el financiamiento de los ODS necesita de un trabajo conjunto donde el sector privado tenga una participación más activa por que los gobiernos y las organizaciones multilaterales no pueden resolver los problemas mundiales solos.
En efecto, la asistencia oficial para desarrollo no tuvo mayores logros. Según un informe presentado por del Grupo de Tareas sobre el Desfase en el Logro de ODM, en promedio, los donantes solo alcanzaron 0,29% de la meta de 0,7% de aportes del PIB, lo que representó un déficit de recursos para financiar el desarrollo de $191,000 millones de dólares en 2014. Adicionalmente, implementar la agenda representa un gran costo para las Naciones Unidas, organismo que funciona con un presupuesto bianual de $5,5 billones de dólares y que enfrenta el riesgo de recortes presupuestales debido a las políticas de austeridad de los Estados contribuyentes.
Un gran avance ha sido la creación, en el 2000, del Pacto Global de las Naciones Unidas. Esta iniciativa ha logrado alinear las estrategias de las empresas con la agenda de sostenibilidad global. Actualmente cuenta con más 8,000 empresas y 4,000 organizaciones no empresariales, el Pacto Global es una gran comienzo para seguir involucrando al sector privado en acciones que fortalezcan la nueva visión global.
Asimismo, la introducción de medidas de restricción al comercio durante la crisis financiera y económica mundial representa un retroceso en cuanto al libre acceso a mercados. En mi opinión, es en este punto donde el rol del sector privado juega un rol transcendental, pues las dinámicas del mercado y la economía mundial son generadas por el sector privado. Si las empresas operan como actores de un ecosistema responsable y comprometido con el futuro de la humanidad, los beneficios no solo serían sostenibles sino que se transformarían en oportunidades de crecimiento económico y de acceso a nuevos mercados.
En conclusión, la adopción de la nueva Agenda Post 2015 para los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 traerá enormes retos en cuanto a su financiación. Para lograr trasmitir esta nueva visión, es fundamental que todos los actores del desarrollo, incluyendo, Estados, organismos multilaterales, sociedad civil, sector privado e individuos del común emprendamos acciones que vayan alineadas con el cumplimiento de las nuevas metas.
Como analista del observatorio de comercio, inversión y desarrollo me comprometo a adoptar los objetivos: 4. garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa, y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos, y 17. Fortalecer los medios de ejecución y reavivar la alianza mundial para el desarrollo sostenible.
Para más información sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, visita http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/mdgs/ ; o www.globalgoalsorg