Estudiante de Derecho, Universidad EAFIT, Colombia
El concepto de Ayuda Oficial al Desarrollo (en adelante AOD), ha sido central en los debates sobre financiación del desarrollo desde sus orígenes y aún hoy continúa siéndolo. Esto se ve corroborado por el hecho de que en el Informe Final del Grupo de Alto Nivel de Personas Eminentes sobre la Agenda de Desarrollo Post-2015, en el Objetivo 12 -el cual es transversal al resto de la Agenda-, se plantea la meta de que la AOD de países desarrollados alcance el 0.7% del PNB hacia los países en desarrollo y el 0.15-0.20% a los países menos desarrollados.
La AOD es un concepto propio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), consistente en:
“Desembolsos a países y territorios que figuran en la Lista de Receptores de AOD[2] del Comité de Asistencia para el Desarrollo (CAD)[3] y a instituciones multilaterales de desarrollo, que son: i) Proporcionados por agencias oficiales, incluyendo gobiernos nacionales y locales, o sus agencias ejecutivas; y ii) Cada transacción: es realizada con el objetivo principal de promover el desarrollo económico y el bienestar de los países en desarrollo; y es de carácter concesional e incluye un elemento de donación de al menos el 25% (calculado a una tasa de descuento del 10%)”[4]
La relación propuesta del 0.7% AOD/PNB surgió en 1969 en el Informe de la Comisión Pearson[5], e inmediatamente recibió el respaldo de las Naciones Unidas, mediante la Resolución 2626 (XXV) de la Asamblea General. Para 1980, la fecha que inicialmente se había fijado como límite para lograr su cumplimiento, tan sólo cuatro países la habían logrado: Suecia (1975), Países Bajos (1975), Noruega (1976) y Dinamarca (1978), quienes además han continuado cumpliéndola consistentemente desde entonces[6]. En el 2000 Luxemburgo se unió al club.
Durante las décadas siguientes a su formulación no hubo progresos significativos en cuanto al cumplimiento, salvo los cuatro casos recién mencionados. A pesar de esto, el 0.7% AOD/PNB continuó en la agenda política[7] y en el marco de los procesos multilaterales sobre financiación del desarrollo se continuó reiterando el compromiso de la comunidad internacional con esta meta. En este sentido se resaltan el Objetivo del Milenio número 8 (2000), el Consenso de Monterrey (2002), el Comunicado de la Cumbre de Gleneagles del G-8 (2005), la Cumbre Mundial de las Naciones Unidas (2005) y la Declaración de Doha (2008).
A pesar de la “clara” voluntad política, las estadísticas actuales son muy desalentadoras. Según Naciones Unidas, la AOD de todos los países desarrollados apenas alcanza en promedio el 0.31% de su PNB[8]. Por su parte, el promedio de AOD de los países del CAD -quienes se destacan por ser los líderes en materia de cooperación internacional para el desarrollo y quienes más recursos ofrecen- nunca ha superado el 0.4% del PNB[9]. Los países de la Unión Europea se encuentran por encima de estos promedios, pero con apenas un 0.46% todavía están muy lejos de lograr la meta propuesta. Los otros dos otros principales donantes, Japón y Estados Unidos, se encuentran muy por debajo, con un vergonzoso 0.2%[10].
La comunidad internacional se reunirá en julio de 2015 en Addis Abeba (Etiopía) para la Tercera Conferencia Internacional sobre Financiación del Desarrollo y en su 70º período ordinario de sesiones la Asamblea General de Naciones Unidas adoptará los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que guiarán la agenda de desarrollo en los próximos años. ¿Se logrará en estas dos reuniones algún progreso sustancial en el cumplimiento de la meta, a diferencia de lo ocurrido en los últimos 45 años? ¿O se convertirá nuevamente la meta del 0.7% en un saludo a la bandera?
El logro de la meta del 0.7% AOD/PNB y 0.15-0.20% a los PMD daría un gran impulso al cumplimiento de los demás ODS –o al menos a avances y resultados notorios–. Sin embargo, a diferencia de los otros objetivos, como la reducción de la mortalidad infantil o la promoción de la salud materna, donde los avances han sido sustanciales y se espera que lo continúen siendo después del 2015, el panorama para la financiación del desarrollo no parece ser tan alentador, o al menos no por mecanismos tradicionales como la AOD.
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El concepto de Ayuda Oficial al Desarrollo (en adelante AOD), ha sido central en los debates sobre financiación del desarrollo desde sus orígenes y aún hoy continúa siéndolo. Esto se ve corroborado por el hecho de que en el Informe Final del Grupo de Alto Nivel de Personas Eminentes sobre la Agenda de Desarrollo Post-2015, en el Objetivo 12 -el cual es transversal al resto de la Agenda-, se plantea la meta de que la AOD de países desarrollados alcance el 0.7% del PNB hacia los países en desarrollo y el 0.15-0.20% a los países menos desarrollados.
La AOD es un concepto propio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), consistente en:
“Desembolsos a países y territorios que figuran en la Lista de Receptores de AOD[2] del Comité de Asistencia para el Desarrollo (CAD)[3] y a instituciones multilaterales de desarrollo, que son: i) Proporcionados por agencias oficiales, incluyendo gobiernos nacionales y locales, o sus agencias ejecutivas; y ii) Cada transacción: es realizada con el objetivo principal de promover el desarrollo económico y el bienestar de los países en desarrollo; y es de carácter concesional e incluye un elemento de donación de al menos el 25% (calculado a una tasa de descuento del 10%)”[4]
La relación propuesta del 0.7% AOD/PNB surgió en 1969 en el Informe de la Comisión Pearson[5], e inmediatamente recibió el respaldo de las Naciones Unidas, mediante la Resolución 2626 (XXV) de la Asamblea General. Para 1980, la fecha que inicialmente se había fijado como límite para lograr su cumplimiento, tan sólo cuatro países la habían logrado: Suecia (1975), Países Bajos (1975), Noruega (1976) y Dinamarca (1978), quienes además han continuado cumpliéndola consistentemente desde entonces[6]. En el 2000 Luxemburgo se unió al club.
Durante las décadas siguientes a su formulación no hubo progresos significativos en cuanto al cumplimiento, salvo los cuatro casos recién mencionados. A pesar de esto, el 0.7% AOD/PNB continuó en la agenda política[7] y en el marco de los procesos multilaterales sobre financiación del desarrollo se continuó reiterando el compromiso de la comunidad internacional con esta meta. En este sentido se resaltan el Objetivo del Milenio número 8 (2000), el Consenso de Monterrey (2002), el Comunicado de la Cumbre de Gleneagles del G-8 (2005), la Cumbre Mundial de las Naciones Unidas (2005) y la Declaración de Doha (2008).
A pesar de la “clara” voluntad política, las estadísticas actuales son muy desalentadoras. Según Naciones Unidas, la AOD de todos los países desarrollados apenas alcanza en promedio el 0.31% de su PNB[8]. Por su parte, el promedio de AOD de los países del CAD -quienes se destacan por ser los líderes en materia de cooperación internacional para el desarrollo y quienes más recursos ofrecen- nunca ha superado el 0.4% del PNB[9]. Los países de la Unión Europea se encuentran por encima de estos promedios, pero con apenas un 0.46% todavía están muy lejos de lograr la meta propuesta. Los otros dos otros principales donantes, Japón y Estados Unidos, se encuentran muy por debajo, con un vergonzoso 0.2%[10].
La comunidad internacional se reunirá en julio de 2015 en Addis Abeba (Etiopía) para la Tercera Conferencia Internacional sobre Financiación del Desarrollo y en su 70º período ordinario de sesiones la Asamblea General de Naciones Unidas adoptará los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que guiarán la agenda de desarrollo en los próximos años. ¿Se logrará en estas dos reuniones algún progreso sustancial en el cumplimiento de la meta, a diferencia de lo ocurrido en los últimos 45 años? ¿O se convertirá nuevamente la meta del 0.7% en un saludo a la bandera?
El logro de la meta del 0.7% AOD/PNB y 0.15-0.20% a los PMD daría un gran impulso al cumplimiento de los demás ODS –o al menos a avances y resultados notorios–. Sin embargo, a diferencia de los otros objetivos, como la reducción de la mortalidad infantil o la promoción de la salud materna, donde los avances han sido sustanciales y se espera que lo continúen siendo después del 2015, el panorama para la financiación del desarrollo no parece ser tan alentador, o al menos no por mecanismos tradicionales como la AOD.
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Notas al pie
[2] La Lista de Receptores de AOD está compuesta por los países y territorios de ingreso bajo y medio, según el Ingreso Nacional Bruto (INB) per cápita publicado por el Banco Mundial, excluyendo a los miembros del G8 y de la Unión Europea, así como a los países con una fecha fija para entrar a la UE . Los Países Menos Desarrollados (PMD) son definidos por Naciones Unidas. Esta Lista es revisada trianualmente –siendo la próxima actualización en 2014–, de tal manera que si un país o territorio supera en tres años consecutivos el umbral de ingreso alto, es retirado de ella. Fuente: http://www.oecd.org/dac/stats/daclistofodarecipients.htm. Consultado en: Agosto 12 de 2014.
[3] Este Comité fue creado en 1961 como parte de la OCDE y constituye un “foro internacional único de muchos de los más grandes proveedores de fondos de ayuda, entre ellos 29 miembros del CAD”. Organismos internacionales como el Banco Mundial, el FMI y el PNUD participan en calidad de observadores. Los criterios para membresía en este Comité son: “la existencia de estrategias, políticas y marcos institucionales adecuados que garanticen la capacidad de ofrecer un programa de cooperación para el desarrollo; una medida aceptada de esfuerzos; y la existencia de un sistema de monitoreo y evaluación del desempeño” (traducción del autor). Fuente: http://www.oecd.org/dac/developmentassistancecommitteedac.htm Consultado en: Agosto 12 de 2014.
[4] Traducción del autor. Fuente: OCDE “Is it ODA? Factsheet – November 2008”, disponible en: http://www.oecd.org/investment/stats/34086975.pdf Consultado en: Agosto 12 de 2014.
[5] La Comisión Pearson sobre Desarrollo Internacional, liderada por el ex primer ministro canadiense Lester B. Pearson, fue constituida en 1968 por el Presidente del Banco Mundial para revisar los últimos 20 años de ayuda al desarrollo, evaluar los resultados y formular recomendaciones para el futuro. En su Informe Final, Partners in Development, se propuso que la AOD se aumentara al 0.7% del PNB de los países donantes para 1975, y en ningún caso después de 1980. Fuente: Banco Mundial, Archives, “Pages from World Bank History: The Pearson Commission”, disponible en: http://go.worldbank.org/JYCU8GEWA0 Consultado en: Agosto 12 de 2014
[6] OCDE, “History of the 0.7% ODA target”, disponible en: http://www.oecd.org/dac/stats/45539274.pdf Consultado en: Agosto 12 de 2014
[7] Nunnenkamp, Peter y Thiele, Rainer. 2013. “Financing for Development: The Gap between Words and Deeds since Monterrey”. Development Policy Review. Vol. 31 No. 1. P. 79.
[8] Naciones Unidas, Consejo Económico y Social, “Financiación para el desarrollo”, disponible en: http://www.un.org/es/ecosoc/about/financing.shtml Consultado en: Agosto 12 de 2014
[9] Nunnenkamp, Peter y Thiele, Rainer. Íbid.
[10] Íbid.
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