Artículo de opinión por: Catalina Tamayo Posada (ctamayo8@eafit.edu.co)
Estudiante de Economía, Universidad EAFIT, Colombia.
La inversión extranjera directa (IED) es fuente importante
de desarrollo y crecimiento económico tanto para los países individualmente
considerados, como para sus respectivas regiones. Hoy en día es fundamental
para los Estados, y para el mundo entero el desarrollo sostenible, entendido
como “Un proceso de cambio en el cual la
explotación de los recursos, la dirección de las inversiones, la orientación
del desarrollo tecnológico; y el cambio institucional están todos en armonía y
aumentan el potencial de satisfacer las necesidades y aspiraciones humanas en
el presente y en el futuro” (UN Documents, 1987:43).Todas las decisiones y
políticas que se implementan deberían ser en aras a unos mejores estándares
tanto de calidad de vida como de crecimiento económico.
En el 2012, muchos países fomentaron políticas de
liberalización y simplificación de trámites con el fin de incentivar la
inversión. La liberalización y promoción es especialmente hacia el sector de
los servicios, mientras que las políticas restrictivas han sido aplicadas, en
su mayoría, en industrias estratégicas como las extractivas.
Sin embargo, como consecuencia de las recientes crisis
económicas y financieras, las medidas de regulación estatal fueron implementadas e intensificadas. Dichas
medidas de regulación incluyen la creación de nuevas barreras de entrada a la
inversión y el refuerzo de los procesos de selección, de manera que la IED
favorezca la creación de nuevos empleos, ayude a mitigar la pobreza y a atacar
problemas ambientales. También juegan un papel no menos relevante las barreras que
fueron impuestas a las salidas de IED con el fin de proteger la base industrial
nacional.
Internacionalmente el número de acuerdos bilaterales va en continuo decrecimiento. Por el contrario, las
políticas de inversión regionales tienen una tendencia al aumento. Los acuerdos
regionales se han ido fortaleciendo e incrementando en el terreno
internacional, sobretodo acuerdos de libre comercio con disposiciones en
materia de inversión.
En busca del desarrollo sostenible, la UNCTAD (Conferencia
de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) ha establecido unos
criterios para la creación de políticas de inversiones nacionales e
internacionales. En estos criterios se mencionan aspectos de suma trascendencia
como: la importancia de la coherencia de las políticas nacionales e
internacionales, el tener en cuenta que el sector económico está en constante
movimiento y que así mismo deben estarlo dichas políticas, la protección a la
inversión y al inversionista y el papel fundamental de la comunidad
internacional que debe procurar el desarrollo, en especial, de los países menos
adelantados.
Referencias:
UN Documents (1987). Our Common
Future, Chairman's Foreword. Recuperado el 21 de Agosto de 2013, de http://www.un-documents.net/ocf-cf.htm.
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