Artículo de opinión por: Laura Usma Marquez (lusmama@eafit.edu.co)
Observatorio en Comercio, Inversión y Desarrollo
Universidad EAFIT, Colombia
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Hace aproximadamente un mes el mundo se estremeció al conocer que la selva amazónica llevaba tres semanas consecutivas en llamas, situación que fue agravada principalmente por la estación seca que estaba atravesando Brasil. De acuerdo con el diario británico “The Guardian”, los incendios se iniciaron a causa de quemas de hectáreas de bosque que pretendían ser destinadas a cultivos, ganadería y la explotación forestal. Lo anterior, a raíz del descuido y las malas políticas medioambientales del presidente Jair Bolsonaro.
La selva amazónica en lo corrido del 2019 ha presentado alrededor de 77154 incendios forestales, representando un aumento del 85% con respecto al mismo periodo del año anterior. Este incremento de incendios ha afectado profundamente la biodiversidad de especies, las cuales según su composición genética están destinadas a “ganar o perder” ante este tipo de circunstancias que amenazan su hábitat.
En ecosistemas específicos de bosques y eucaliptos en Estados Unidos y Australia respectivamente, los incendios han permitido el mantenimiento de ecosistemas sanos y han logrado fortalecer especies como las aves de rapiña y el pájaro carpintero de vientre negro, no obstante, este escenario optimista no aplica para la selva amazónica, ya que gran parte de las especies que alberga no son aptas para resistir las altas temperaturas originadas por el fuego.
Al momento de ocurrir un incendio las especies animales pueden optar principalmente por movilizarse, algunas especies por su composición genética, como lo son el Jaguar y el Leopardo pueden hacerlo de manera ágil con respecto a especies de movilidad baja como lo son el oso perezoso, el oso hormiguero y ciertos anfibios vertebrados cuyo destino ante este tipo de situaciones, sea probablemente, la muerte.
Si bien estas consecuencias a corto plazo son críticas, las consecuencias a largo plazo pueden ser aún peor. Los incendios afectan en gran medida los ecosistemas acuáticos y terrestres, estos pueden cambiar la química del agua y a su vez pueden disminuir el follaje de la selva, lo cual trae como resultado directo la alteración de los procesos propios del ecosistema y del flujo de energía, haciendo que las especies animales que nunca habían sido expuestas tengan que migrar a entornos más competitivos cambiando completamente la cadena alimenticia.
Esta situación ambiental tan compleja y crucial ha sido uno de los temas principales de la Cumbre de Acción Climática. Allí se llevó a cabo una reunión de alto nivel sobre la crisis de la Amazonía. Los presidentes de Colombia, Chile y Francia, así como los de Bolivia, Alemania y Guyana resaltaron la importancia de unir esfuerzos para frenar la deforestación, proteger la biodiversidad y garantizar medios de vida sostenible paras las comunidades, logrando que de esta forma se pueda alcanzar la conservación de una de las regiones más biodiversas del mundo y otras regiones boscosas a través de una alianza por los bosques tropicales.
Referencias
- Fondo Mundial para la Naturaleza. (25 de Septiembre de 2019). La crisis de la Amazonia, un tema central en la agenda climática mundial. Obtenido de Fondo Mundial para la Naturaleza: http://www.wwf.org.co/sala_redaccion/?uNewsID=353459
- National Geographic. (2019). Amazonía en llamas: ¿cómo afectan los incendios a la vida silvestre? National Geographic. Obtenido de https://www.nationalgeographicla.com/medio-ambiente/2019/08/amazonia-en-llamas-como-afectan-los-incendios-la-vida-silvestre
- Revista Semana. (2019). Las graves consecuencias de los incendios en la Amazonia de Brasil. Semana. Obtenido de https://sostenibilidad.semana.com/medio-ambiente/articulo/incendios-en-el-amazonas-cuales-son-las-consecuencias-de-los-incendios-en-brasil/45472
- The New York Times. (Agosto de 2019). Fires in Amazon Rain Forest Have Surged This Year. The New York Times. Obtenido de https://www.nytimes.com/2019/08/21/world/americas/amazon-rainforest.html