Por: Nathalia Rios Ballesteros
Estudiante de Economía y Negocios Internacionales de la Universidad EAFIT, Colombia
El mercado de los servicios se postula actualmente como uno de los grandes retos a enfrentar para las economías emergentes del mundo. Aunque este mercado actúe como generador de eficiencia, crecimiento y bienestar económico; debido a su caracterización y el funcionamiento de sus mercados, su modo de suministro, su composición o estructura sectorial, su productividad factorial, su grado de intangibilidad y su interdependencia con el resto de la economía, este sector resulta ser un desafío innegable para el aparato productivo, tecnológico e innovador de estos países en donde el desarrollo de estos aspectos al igual que el fomento del sector terciario, queda en la mayoría de los casos, relegado a un segundo plano. En este sentido, aunque la participación en el empleo y los ingresos del sector servicios bordea cerca del 70%, tanto en países desarrollados como en aquellos en desarrollo, se sabe que el desempeño económico y el bienestar generado por el sector terciario no sólo depende de su capacidad para producir valor agregado.
Hoy por hoy, el sector servicios representa alrededor del 70% de la producción en los países desarrollados, y el 50% del PIB de los países en desarrollo. Adicionalmente, representa el 20% del comercio mundial total y funciona como un catalizador de la economía en general, con lo cual, resulta indiscutible resaltar el hecho de que durante las últimas décadas su producción y comercio ha presentado un gran crecimiento debido, en parte, al desarrollo de tecnologías que han reducido los costos de transporte al igual que su disposición para sumarse al proceso de inclusión en los diferentes niveles de las cadenas de valor globales apenas incipientes en algunas economías emergentes.
De la misma manera, el desarrollo de los servicios se convierte a su vez en un factor determinante para potenciar el crecimiento de otros sectores -como el industrial y agropecuario- debido a su carácter de “sector intermediario”, ya que permite agregar valor en las diferentes etapas de producción en los bienes de consumo final a través de la provisión de actividades claves en los campos de servicios financieros, de transporte y de seguro, entre otros. Es por esto que, según lo afirma Deardoff (2000), considerar la liberalización del comercio de este sector como medida de acaparamiento y robustecimiento del mismo, no sólo genera ganancias en cuanto al perfeccionamiento de las ventajas comparativas de los países, debido a la tendencia a la fragmentación de los procesos manufactureros, sino que también disminuye las barreras no arancelarias que enfrentan los bienes tradicionales –dado a su status sui generis de intagibilidad-.
Es así como, debido a la creciente importancia del sector y a sus diferencias, no sólo con respecto al comercio y prestación de servicios per se, sino también respecto a su relación con el mercado de bienes tradicionales, es necesario entender, analizar y evaluar las características y particularidades del sector en términos de su producción, regulación y comercio, para generar políticas de estado que garanticen el continuo y duradero crecimiento de este sector, lo cual le permita a las economías emergentes entrar en el proceso de “desindustrialización” mientras poseen el privilegio de ser clasificadas como las “nuevas economías de servicios” del mundo.
Es así como, debido a la creciente importancia del sector y a sus diferencias, no sólo con respecto al comercio y prestación de servicios per se, sino también respecto a su relación con el mercado de bienes tradicionales, es necesario entender, analizar y evaluar las características y particularidades del sector en términos de su producción, regulación y comercio, para generar políticas de estado que garanticen el continuo y duradero crecimiento de este sector, lo cual le permita a las economías emergentes entrar en el proceso de “desindustrialización” mientras poseen el privilegio de ser clasificadas como las “nuevas economías de servicios” del mundo.
Referencias
Alan V. Deardorff (2000). International Provision of Trade Services, Trade, and Fragmentatio. University of Chicago, Chigado, Estados Unidos. Revisado el 30 de Noviembre de 2013. Disponible en: http://www.fordschool.umich.edu/rsie/workingpapers/Papers451-475/r463.pdf
---